El ex concejal saladillense y Diputado Provincial por el Frente Renovador, Ricardo Lissalde, asumió como nuevo presidente del segundo latifundio más grande del país, detrás del ejército: la Administración de Infraestructura Ferroviaria, empresa del Ministerio de Transporte de la Nación. Presentó un modelo europeo que ya trabaja con las posibilidades que le brinda el presidente Alberto Fernández: «Hemos denominado que nuestra estrella polar en la gestión tiene que ser la productividad», contó Lissalde, quien además habló de la posibilidad de que el tren vuelva a Saladillo.
El Frente Renovador, con el Ministro Mario Meone, estará a cargo del área tan importante como es Transporte: «Dentro de Transporte, uno de los temas que aborda es el Ferroviario y se divide en transporte de carga y pasajeros; Meone junto a Massa me dieron la posibilidad de hacerme cargo de la insfraestructura ferroviaria, que es: la tierra, las vías -durmientes, anclajes, rieles-, señalización, somos dueños también del material rodante, aunque quien rueda y se hace cargo del material rodante es la otra empresa del Estado, la SOFSE«, detalló Lissalde.
«Cuando me ofrecieron acerme cargo de la infraestructura ferroviaria sentí que para mí y nuestro espacio podía ser una posibilidad de demostrar que se puede gestionar la cosa pública desde otra perspectiva, con otros valores y convicciones, desde el empuje que le hemos puesto cada vez que tuvimos una responsabilidad en la gestión pública«, contó Ricardo.
Acerca de la propuesta general a la Nación desde su área, Lissalde admitió que «en casi en todos los lugares se pueden llevar adelante emprendimientos ferroviarios, sabemos que tenemos limitaciones presupuestarias, pero hay un plan de inversión progresiva de tomar esto como una política de Estado; dejar un legado para que nos trascienda como gestión, y que las futuras gestiones puedan tener un protocolo, un plan de gobierno, una hoja de ruta, para que en 10 o 15 años podamos haber recuperado la infraestructura ferroviaria».
A propósito de sus proyectos concretos, el ex Diputado Provincial aseguró que se ocupará «en la larga distancia, para recuperar algunos troncales que hacen al desarrollo e integración del país. Pondremos prioridad en el Belgrano cargas, que une todo el norte del país, para todo lo que se hace en materia agrícola. El volumen del cereal y el costo de la logística hace que no puedan producir esas provincias si el Estado no le garantiza un transporte seguro, ágil, eficiente y rápido con acceso a los puertos del Paraná«.
El segundo gran proyecto de larga distancia será en «llegar a Vaca Muerta para el abastecimiento de la arena de manera económica, de modo tal que ese proyecto hidrocarburífico pueda tener logística».
En materia de pasajeros, Lissalde contó que se ocuparán por densificación demográfica, es decir con centralidad en Gran Buenos Aires y AMBA: «Para que los proyectos de los transportes de pasajeros sean viables en el tiempo, estamos proponiendo que consorcios estatales o con inversiones mixtas, se constituyan operadores ferroviarios. Nosotros los ayudamos con la infraestructura y material rodante y luego opera la empresa que rueda los trenes, para que con los distintos avatares y vaivenes de la economía, en el paso del tiempo no le levanten el servicio ferroviario».
Luego, realizó una mención sobre la posibilidad del regreso del tren que unía General Alvear y Constitución, pasando por Saladillo: «El esfuerzo para traer el tren lo vamos a hacer, pero no quiero que esta vez el tren vuelva para que sea un boomerang, que cambie el funcionario y lo levanten. Tenemos una responsabilidad histórica de hacer las instituciones funcionar de manera consolidada, que sea efectivamente viable y sustentable de gobierno. Estamos elaborando un plan estratégico para hacer una propuesta»
«Desde mi institución, la ADIF, garantizarle ponerles en valor la vía y toda la insfraestructura necesaria sobre la traza, y -si se organizan jurídicamente, conseguir el material rodante; donárselo en propiedad a este ente que tendrá que inscribirse como operador ferroviario y hacerse cargo de la recaudación, el costo del pasaje y la amortiguación de los gastos corrientes de cada línea», cerró Lissalde.