Tras estar varias horas internada en estado crítico, la oficial Lourdes Espíndola no logró sobrevivir el balazo que le disparó un delincuente en el cuello y los médicos le diagnosticaron «muerte cerebral» por lo que su desenlace es irreversible.
Lourdes Espíndola, la policía que fue baleada por motochorros que quisieron robarle el arma reglamentaria, presenta un estado irreversible, por lo que su familia ha decidido donar los órganos.
La mujer de 25 años era madre de un nene de seis años e integraba el Comando de Patrullas de Moreno.
Cabe marcar que le robaron el arma pero le dejaron la plata que llevaba y luego se fugaron.
El diagnóstico registró una herida de arma de fuego en el cuello, en la «región supraclavicular izquierda, presentando lesión carótida y traqueal» con abundante pérdida de sangre.