Los investigadores dicen que son criaturas sensibles capaces de sentir dolor. Se estima que cada año se capturan 350.000 toneladas.
La noticia de que la primera granja comercial de pulpos del mundo pronto se convertirá en realidad fue recibida con consternación por científicos y conservacionistas.
Los mismos argumentan que estas sensibles e inteligentes criaturas, de quienes se cree son capaces de sentir dolor y emociones, nunca deberían criarse para comercializarse como alimento.
Parte del trabajo de Stacey Tonkin es jugar con un pulpo gigante del Pacífico. Cuando ella levanta la tapa del tanque para alimentar a la criatura conocida como DJ, abreviatura de Davy Jones, esta a menudo sale de su cueva para verla y coloca los brazos sobre el vidrio.
Eso es si está de buen humor. Los pulpos viven hasta los cuatro años así que, con un año, DJ es el equivalente a un adolescente, dice Stacey.
«Definitivamente exhibe lo que esperarías de un adolescente: algunos días está realmente gruñón y duerme todo el día. Luego, otros días es muy juguetón y activo y quiere correr alrededor de su tanque y lucirse».
El nivel de conciencia que Stacey atestigua de primera mano será reconocido en la legislación de Reino Unido a través de una enmienda al Proyecto de Ley de (Sensibilidad) Bienestar Animal.
El cambio se produjo después de que un equipo de expertos examinara más de 300 estudios científicos y concluyera que los pulpos son «seres sensibles» y hay «pruebas científicas sólidas» de que puden experimentar placer, emoción y alegría, pero también dolor, angustia y daño.
La cantidad de pulpos en estado salvaje está disminuyendo y los precios están subiendo. Se estima que cada año se capturan 350.000 toneladas, más de 10 veces la de 1950.