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La ciudad de Buenos Aires se tiñó de celeste y blanco para recibir a la Selección Nacional pero muchos de los festejos fueron duramente criticados en las redes
La consagración de la Copa del Mundo fue el festejo más grande de los argentinos en los últimos años. El país entero se vistió de celeste y blanco para celebrar la tercera estrella de la Selección Nacional. El centro porteño fue el escenario elegido por los dirigidos por Lionel Scaloni para la caravana que salió del predio de Ezeiza a las 11.30.