Se postularon tres nombres
RENE FAVALORO:
Por los ideales que guiaron sus pasos: humanísticos, libertad, justicia, ética, respeto, búsqueda de la verdad y participación social, los cuales pensaba que eran posibles alcanzarlos con pasión, esfuerzo y sacrificio.
Durante su residencia médica en la Ciudad de La Plata allí pudo comenzar su trabajo desde un enfoque de medicina dónde obtuvo un panorama general de todas las patologías y tratamientos, respetando a los enfermos, la mayoría de condición humilde. Su espíritu democrático lo llevó a rechazar su efectivización cómo médico en el Hospital Policlínico, debido a que lo obligaba a aceptar la doctrina del gobierno.
Una vez recibido de médico fue a vivir y trabajar como médico rural a un pequeño pueblo de 3500 habitantes, fue por unos meses a cubrir una suplencia y se quedó una década, logrando transformar el trabajo, incorporando el concepto de prevención, de esa forma lograr bajar la mortalidad infantil hasta prácticamente hacerla desaparecer, transformando las pautas del cuidado de salud, elevaron el nivel social y educacional de la región.
Estudioso e investigador se introduce a conocer las prácticas de intervención cardiovasculares, que lo llevan a viajar a EEUU, trabajando con los especialistas internacionales durante una década, conociendo las condiciones coronarias del cuerpo humano, comenzando a pensar como realizar un bypass, llevándolo a la práctica en mayo de 1967.
Estas prácticas transforman la historia de la enfermedad coronaria. Estas condiciones podrían haber proyectado a esta inminencia a trascender en otros países desarrollados pero elige volver al país en 1971, creando la Fundación Favoloro en 1975, entidad sin fines de lucro, esta situación le otorgó autoridad para denunciar problemas de necesidad básica, como salud, desocupación, desigualdad, pobreza, armamentismo, contaminación, droga, violencia entres otras, convencido que solo cuando se conoce el problema es posible solucionarlo, pero prevenirlo.
René Favoloro, quiso que se lo recordara como docente más que como cirujano.
ANDRES CARRASCO:
Carrasco fue un apasionado de las Ciencias Naturales, se recibió de médico y de inmediato se especializó en bilogía molecular y biología del desarrollo.
Sus experiencias, trabajos y estudios lo llevaron primero a ser jefe del laboratorio de embriología de la Facultad de Medicina de la UBA y también presidente del máximo organismo de Ciencia y tecnología oficial de Argentina: El Conicet.
Más de 30 años de carrera e innumerables trabajos científicos publicados en revistas especializadas, lo transformaron en un prestigioso científico.
Dicen quienes lo conocieron personalmente, que su carrera hubiera terminado sin dudas con los máximos honores, si no hubiese sido por su última experiencia de investigación que decidió llevar adelante en Argentina. Cuenta el periodista Darío Aranda, que el Dr. Carrasco se sentía conmovido por las noticias que le llegaban desde el interior de la Argentina por parte de vecinos y médicos de pueblos donde las fumigaciones habían llegado hasta el borde de los barrios Por todo su trabajo y militancia a favor de la vida y del pueblo se lo conoce como “el científico del pueblo” y la Facultad de Medicina de Rosario declaró el 16 de Junio como Día de la ciencia digna decidió encarar una investigación sobre los efectos del glifosato en vertebrados.
LUIS ALBERTO SPINETTA:
el trabajo en favor de la naturaleza y el respeto por los ciclos naturales y todos los seres vivos que forman parte del ambiente se puede encarar desde distintas áreas y de distintas maneras. El arte es una de esas formas y en los últimos años ha tomado mucho impulso, educando y enseñando ciencias naturales con obras de teatro, murales, grafitis, distintas expresiones corporales y por supuesto la música. Es en este último aspecto uno de los máximos exponentes de la música argentina fué Luis Alberto Spinetta.
“Campos verdes, de mi tierra natal, ya se han ido, nunca más volverán”
Nos decía en la década del 70, con uno de sus recordados grupos: “Almendra”, anticipándose como nadie hasta entonces lo había cantado, al éxodo del campo a la ciudad y a la pérdida del color verde natural del campo.
“Todas las hojas son del viento, ya que él, las lleva hasta la muerte”
o bien:
“Como el viento voy a ver… si puedo amarte”
En su última etapa dedica directamente álbumes a la naturaleza: “Para los árboles” lleva como nombre uno de ellos.
Tal vez la canción que sintetiza todo su pensamiento ecologista sea «Jardín de gente»
Durante 30 (treinta días) se dará conocer en nuestra escuela, en el barrio y a toda la comunidad Saladillense las propuestas, cada uno de ustedes podrán acceder a las fundamentación de cada propuesta presenteda, para elegir y votar una de las tres en el día 9 de Setiembre de 7,30 hs a 18,00 hs
Los esperamos en nuestra Biblioteca “Mafalda” para interiorizarse de cada una de estas propuestas.