Franco Colapinto cerró una gran carrera en Singapur y se quedó a un pasito de los puntos
El destino es un carril que puede cambiar en alguna curva. Cuando uno menos se lo espera, el panorama se puede modificar en un abrir y cerrar de ojos. Y a Franco Colapinto la vida le dio un giro de 180º: de correr en la Fórmula 2 a codearse como uno más en la Fórmula 1, la élite máxima del deporte automotor. Con la sonrisa de la inocencia y un descaro fabuloso para abstenerse de los nervios y la presión de un contexto totalmente nuevo e impensado hasta hace poco para él, el pilarense de 21 años volvió a dar una muestra de talento. En el Gran Premio de Singapur, un circuito callejero desconocido para él, casi no cometió errores, dejó una maniobra top en la largada y finalizó 11º, a nada de los puntos.