Tras 130 días de tratamiento y luego de haber podido superar el cáncer de colon, Fede Bal volvió a la televisión y contó cómo fue esa dura experiencia
Tras la recuperación de Andy Kusnetzoff, que se infectó de coronavirus en julio y estuvo internado con una neumonía durante una semana, PH, Podemos Hablar volvió al aire de Telefé en la noche del sábado, y contó entre sus invitados con el regreso a un estudio de televisión de Fede Bal. El actor, quien logró vencer el cáncer de colon, contó cómo vivió el tratamiento y reflexionó sobre cómo la enfermedad le hizo replantearse varios aspectos de su vida.
A muy poco tiempo del fallecimiento de su padre, Fede Bal pasó momentos difíciles luego de ser diagnosticado con cáncer de colon a principios de marzo. A partir de ese momento debió alejarse del ámbito mediático e iniciar un tratamiento que, afortunadamente, le permitió superar la enfermedad.
En el programa, en el que participaron también Carolina Pampita Ardohain, Lizy Tagliani y Karina Jelinek, el conductor de PH pidió que dieran su testimonio “los que se dieron cuenta que la vida es una sola”.
“Bueno, todos saben que hace poquito tuve una enfermedad, tuve un cáncer. Me gusta mucho hacer hincapié en que hay que ponerle un título a la enfermedad: tuve un cáncer en el colon, que lo tuvo mi viejo, lo tuvo mi abuelo”, comenzó diciendo el hijo de Carmen Barbieri y Santiago Bal, “el primer paso es ponerle un nombre a tu problema”.
También explicó que la enfermedad significó un punto de inflexión en su vida, que le permitió darse cuenta de que tenía que hacer un cambio en la forma de ver las cosas. “Yo era un tipo muy ambicioso. De mi carrera, de mi profesión, de cuidar mi nombre, de querer siempre algo más. Y me di cuenta de que si no tenés salud, no tenés nada”, aseguró Bal y contó: “Yo me enfrenté a una pared muy grande y me di cuenta de que estaba haciendo todo mal, pensaba que lo importante era ser la tapa de una revista”.
El actor de 30 años expresó lo que sintió durante todo ese tiempo: “Tuve mucho miedo, pero no miedo a morirme. Eso nunca. Tuve miedo a no poder vivir bien, como se debe. No quería dejar sola a mi vieja, eso ya me toca en un lugar fuerte, pensé mucho en mi mamá, y muchísimo más en mi papá, que ya no estaba para darme un abrazo. A él le pasó lo mismo que a mí y lo pudo superar. A él le pasó a los 40, a mi abuelo a los 50, y a mí a los 30: es una enfermedad que se va despertando en mi familia cada vez 10 años antes, por eso son muy importantes los estudios a tiempo”. fuente: infocielo