El domingo tuvieron lugar las elecciones internas de la UCR bonaerense. Pese a que en las semanas previas se acordó una lista de unidad, que renovó por dos años el mandato de Maximiliano Abad y Erica Revilla e incorporó a representantes de las otras corrientes en la conducción, en 31 distritos los afiliados votaron para definir las autoridades locales.
Alejandra Lordén, referente de Adelante Radicales y titular de la Fundación Poder, analizó los resultados y la actualidad del partido centenario en la Provincia de Buenos Aires. “Ya pasaron varios días de las elecciones, las revoluciones bajan y hay mejores condiciones para analizar cómo estamos, y sobre todo, los pasos a seguir de cara al 2023”, comenzó la legisladora.
“El dato sobresaliente es sin duda que 100 de los 135 presidentes de distrito pertenecen a nuestro espacio. Estamos muy felices por la validación que recibieron las propuestas que impulsamos y el estilo que le imprimimos a la gestión. No se trata de una renovación porque sí; los radicales saben que, después de mucho tiempo, tenemos equipo, programa y liderazgos para encarar la transformación de la Provincia”.
La relevancia del radicalismo bonaerense en la construcción nacional quedó manifiesta el año pasado, con el aporte esencial de la lista liderada por Facundo Manes, que obtuvo 1.300.000 de votos. Además del neurocientífico, que dio el salto a la política de la mano de Abad, el gobernador jujeño Gerardo Morales es el otro boina blanca anotado en la carrera para la Casa Rosada.
“Somos la única fuerza política de la Provincia de Buenos Aires que decide su representación institucional a través del voto de sus afiliados. Desde abajo hacia arriba logramos cambiar las expectativas de un partido que se había acostumbrado a acompañar. Proyectamos responsabilidad y vocación de futuro frente a una gestión, la de Kicillof, que está estancada y subestima la crisis de empleo y producción que sufren los vecinos”, expresó Lordén.