En la última sesión del Honorable Concejo Deliberante, la Comisión de Derechos Humanos le dio marco legislativo al ex Consejo de Discapacidad, ahora llamado Consejo de Accesibilidad. A partir de la aprobación de esta ordenanza, se va “a ordenar y demandar acción en políticas públicas”, tal como expresó una de las impulsoras del proyecto, Laura Lacunza, quien junto a Marcelo Pereyra –otro de los representantes más activos- y Elena Armendáriz contaron más detalles sobre los fundamentos: “Otorgar igualdad de posibilidades a todos para acceder al trabajo, la salud y la cultura; nos van a ver trabajar para eliminar barreras físicas, sociales, comunicacionales. En definitiva, trabajar por un Saladillo más accesible, que es trabajar por hacer un Saladillo mejor”, expresó Pereyra.
Este ‘renacimiento’ del ex Consejo de Discapacidad tiene que ver con un enfoque social, más allá del modelo médico, que aporta desde ya hace muchos años la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Se reconoce el derecho humano a la capacidad jurídica de las personas con discapacidad, obligando así al Estado a diseñar modelos de apoyo para su ejercicio.
En principio, Lacunza contó los orígenes del proyecto: “En marzo ingresó al HCD un proyecto de Daniel Robles, vecino de Saladillo. Lo tomé dado que he tenido relación con el tema –ex Dirección de Infancias y Capacidades Diferentes-, por tal motivo me pareció pertinente y oportuno ponerme a trabajar en este proyecto. Me comuniqué con Carla Savone, ya que en estos momentos hay un Consejo del Discapacitado activo. A nuestro criterio, era pertinente poder optimizar los recursos económicos y humanos, con respeto a quienes estaban trabajando en alguno de los puntos que el señor Robles describía en el proyecto”.
A partir de las reuniones con el Consejo del Discapacitado, surgieron tres cuestiones según contó la docente: “La primera es reflotar algunos de los puntos del señor Robles, que uno de ellos es la enseñanza de la lengua de señas. La Dirección de Juventudes había trabajado en ese proyecto el año anterior, y se pusieron a trabajar para darle sentido y poner en práctica a este proyecto. También surge la posibilidad de una cartilla que se presenta en bares, restaurantes y cafeterías con el motivo pictográfico, para que cualquier niño o persona que no pueda tener acceso a la lectura pueda pedir de un modo comunicacional distinto”.
“Además, surge el cambio de nombre del consejo: que no se llame el Consejo del Discapacitado, ya que había una ordenanza vieja que tenía otro modo y razón de ser. A la luz del nuevo paradigma, que tiene que ver con lo social, se toma al sujeto como sujeto de deseo y necesidades y los impedimentos que tienen que ver con el entorno que transita, con las pocas posibilidades de acceso que hay o las barreras que interponen en cada sujeto. Tiene que ver con romper prejuicios, representaciones sociales”, sumó Lacunza.
“A partir de ahí, se lleva a la Comisión de Derechos Humanos que preside la concejal Josefina Capponi, nos convoca a reunirnos y logramos un trabajo muy minucioso con todo el grupo: con la concejal Elena Armendáriz y Verónica Tremarolli (Frente de Todos), Victoria Irañeta y Josefina y quien les habla (Juntos por el Cambio), y comenzamos a trabajar en este nuevo proyecto de ordenanza para crear el Consejo Municipal de Accesibilidad: Consejo que va a ordenar, demandar, acción en políticas públicas, que va a estar conformado por personas con discapacidad, los protagonistas de esto. Ellos dirán cuáles son las políticas públicas”, expresó Laura.
Luego, Elena Armendáriz tomó la palabra: “Primero, quiero agradecer a las personas, organizaciones e instituciones que conforman este Consejo de Discapacidad llamado así hasta hoy, porque vienen trayendo desde hace un tiempo compromiso, responsabilidad: se ocupan de la temática más allá de que trabajan y conviven en esos sectores”.
“Logramos generar un proyecto de ordenanza que es sencillo, conciso, claro, corto, pero tiene todo lo que debe tener. Me parece interesante remarcar que las personas con discapacidad sean parte de la conformación de este Consejo, lo que tiene que ver con que son ellos los que viven cotidianamente las dificultades y los obstáculos que pueden tener en la sociedad o ciudad en la que vive, en cuanto a las barreras que se le imponen. También me parece interesante rescatar que la ordenanza plantea que el propio Consejo será quien genere su reglamento interno”, sumó Armendáriz.
“Cualquier nombre es importante para las personas porque tiene que ver con la identidad, como también para las organizaciones e instituciones: ese ‘cómo llamarse’ hace que uno marque el camino, tiene que ver con qué sentido le damos al Consejo y qué ideas tenemos. Me parece que la palabra ‘accesibilidad’ es clave, y tiene que ver con los derechos de las personas. El derecho a tener el mismo acceso en condiciones igualitarias, a los objetos, a los lugares, es lo que marca esta palabra ‘accesibilidad’. Muchos no vemos las barreras que existen, pero definitivamente existen barreras culturales, comunicacionales, sociales, informativas, arquitectónicas: este Consejo de Accesibilidad va a tener la área de poner en cuestión esto y trabajar para eliminarlas”, agregó la concejal.
Por último, Marcelo Pereyra sumó: “Quiero agradecerles la mención pero el agradecido soy yo, porque la verdad que cuando me propuse transitar esta experiencia de ocupar una banca en el Concejo Deliberante lo hice pensando en estar cerca de los actores que viven cada una de las temáticas que tratamos en el concejo. El interés sobre este tema me surgió con el trato con un amigo que tiene problemas de locomoción, y que precisamente participará en el Consejo de Accesibilidad”.
“Se va a convocar a la gente de tránsito, para charlar sobre las barreras que se presentan con los vehículos mal estacionados en las veredas, en las rampas, y las personas con sus propias experiencias de vida nos van a poder aportar cosas concretas para que, entre todos como comunidad, podamos hacer un Saladillo más accesible”, adelantó Pereyra.