Bajo el lema “El sol sin protección daña” se inicia hoy una nueva campaña de la Sociedad Argentina de Dermatología para alertar sobre esta enfermedad en el inicio de la temporada de mayor exposición solar. Hospitales, clínicas y centros de salud realizarán consultas gratuitas en todo el país
En los últimos 30 años más gente desarrolló un cáncer de piel que cualquier otro tipo de cáncer. En los EEUU se espera que uno de cada cinco habitantes lo desarrolle en el transcurso de su vida. Es el tipo más común en el ser humano y una de sus causas más importantes es la exposición al sol sin protección, así como a las camas solares.
Otras causas menos frecuentes son la exposición repetida a rayos X, la presencia de cicatrices por quemaduras severas, la exposición ambiental al arsénico y antecedentes familiares de cáncer de piel.
Como el daño solar es acumulable, las exposiciones reiteradas e indiscriminadas producen a largo plazo un envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y cáncer de piel.
Bajo el lema “El sol sin protección daña” la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) lanzó su 26º Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel para difundir y alertar sobre esta problemática antes de la llegada del verano. Desde hoy y hasta el 22 de noviembre, hospitales, clínicas y centros médicos de todo el país adheridos a la iniciativa realizarán consultas gratuitas relacionadas con la prevención del cáncer de piel.
En la edición 2018 de la campaña, casi nueve mil personas se acercaron a los centros de salud a chequear sus lunares y el 64% de ellos afirmaron protegerse del sol (en diversos momentos y de distintas formas), en tanto más de 42% indicaron que lo hicieron con más de un método de prevención (protector solar y reducción a la exposición solar). El dato más importante es la reducción de la utilización de las camas solares, algo que preocupa mucho a la comunidad médica por su alta incidencia en el cáncer de piel: el 97% de los encuestados reveló que no se expone a camas solares.
El protector solar debe proteger contra los rayos UVB y UVA y lo recomendable es usar uno con FPS superior a 30
Infobae habló con la médica dermatóloga Ana Clara Acosta (MN 107559), una de las coordinadoras de la campaña de la SAD, sobre esta enfermedad, que detectada a tiempo, es curable en la mayoría de los casos.
– ¿Por qué es importante la protección durante la exposición al sol? ¿Y por qué no debe dejar de hacerse en días nublados?
– La protección solar es la única herramienta para prevenir el cáncer de piel. Afortunadamente hay varios métodos de protección, tanto físicos como químicos. Algunos absorben fundamentalmente las radiaciones UVA, mientras que otros absorben principalmente radiaciones UVB. La combinación de ambos tipos de sustancias en un mismo fotoprotector aumenta el poder de protección, absorbiendo, reflejando y dispersando la radiación ultravioleta y disminuyendo su absorción. Las opciones físicas son simples y apuntan a elegir y buscar sombra debajo de un árbol, techo, sombrilla o carpa. Usar ropa y accesorios adecuados para protegerse, como gorro o sombrero de ala ancha, ropa clara de trama apretada (con mangas), anteojos de sol con filtros para radiación ultravioleta.
Entre los métodos químicos se encuentra el protector, que debe ser de amplio espectro (que proteja contra UVB-UVA), con FPS (factor de protección solar) 30 o mayor.
Al utilizar este tipo de protección, es importante cubrir toda la piel expuesta, hacerlo al menos 30 minutos antes de la exposición y re-aplicar cada dos horas, luego de sudoración intensa y al salir del agua.
Generalmente solemos asociar la protección solar, y específicamente el uso de los protectores solares, al verano. Sin embargo, estamos expuestos a las radiaciones solares todo el año: las nubes dejan pasar el sol y, la nieve, refleja los rayos aumentando su acción.
– ¿Qué cuidados deben tomarse con los niños menores de seis meses que no pueden ponerse protector solar?
– Los bebés no deben estar expuestos al sol, no sólo por el riesgo de quemaduras, sino por el riesgo de deshidratación. La piel a esa edad no es lo suficientemente madura para generar una protección adecuada. Lo ideal es evitar la exposición, o de lo contrario cubrirlo con ropas livianas, frescas, de colores claros, colocar gorros e intensificar la hidratación.
– ¿Hay personas más predispuestas que otras a padecer cáncer de piel? ¿Debieran tener cuidados extra?
– Todos tenemos predisposición a padecer cáncer de piel, especialmente las personas de piel blanca, ojos claros, pelo rubio o pelirrojos, o todos aquellos que sin tener estas características físicas, se enrojecen luego de una exposición solar.
En la Argentina suelen verse pacientes de piel oscura que, sin embargo, enrojecen y pacientes de piel clara que se broncean sin enrojecer, esto es por la mezcla de etnias existente en el país, lo cual lleva a que que se combinen características.
Todos, aunque no sean de piel, pelo y ojos claros, deben tener en cuenta los mismos cuidados con respecto a la exposición al sol.
– ¿Cuáles son las primeras señales de posible cáncer de piel? ¿A qué prestarle atención?
– En primer lugar, hay que prestarle atención a cualquier cambio de coloración, textura, elevación o depresión en la piel.
Normalmente, las personas poseen numerosos lunares. Ellos pueden haberse desarrollado en la niñez, adolescencia o en la edad adulta; algunos son de nacimiento. Conocerlos y seguir su evolución es importante. Cualquier cambio puede ser un signo de alarma.
Sugerimos muchísima importancia a los siguientes signos:
– Las lastimaduras o úlceras que sangran y no cicatrizan.
– Manchas rosadas o áreas irritadas que no desaparecen.
– Bultos rosados de bordes elevados que crecen lentamente.
– Protuberancia o crecimiento de piel brillante.
– Cicatriz blanca donde no hubo lesión anterior.
– Suele decirse que el daño solar es acumulativo. ¿Tiene más riesgo alguien que de joven no se cuidó (por ejemplo tomó cama solar) y empieza a hacerlo más tarde?
– Es verdad que el daño es acumulativo; la piel tiene memoria del daño que sufrió desde que se nace. Lo ideal es evitar las quemaduras solares en la niñez y adolescencia, evitar la exposición a camas solares -que en algunos países vecinos están prohibidas- y en caso de estar al aire libre, usar los distintos métodos de prevención.
Quienes no se cuidaron en su adolescencia y juventud no deben tomar ningún recaudo extra; en verdad la protección debe hacerse desde la primera exposición al sol.
En caso que la exposición al sol sea inevitable, la SAD sugiere algunos consejos para extremar cuidados y prevenir heridas en la piel:
– Usar prendas de vestir que cubran zonas delicadas como el rostro, los brazos, la zona del pecho.
– Aplicar abundante protector solar de amplio espectro (que proteja contra los rayos UVB y UVA) con FPS (factor de protección solar) superior a 30 (dependiendo del tipo de piel). En caso de pieles blancas, que se enrojecen, el FPS recomendado es de 50 o superior.
– La protección solar debe ser renovada cada dos horas y cada 30 minutos en caso de cualquier interacción con el agua (ducha, inmersión, etc).
– Evitar, en lo posible, la exposición solar entre las 10 y las 16, cuando los rayos ultravioletas son más intensos.
– En días nublados o con «resolana» la protección debe ser la misma; los rayos UVA llegan a nuestra piel.
– Evitar exponer a los niños menores a un año al sol directo.
La Sociedad Argentina de Dermatología busca que, a través de esta campaña, más personas puedan consultar de forma gratuita y realizarse los chequeos correspondientes y sumar conciencia sobre este tipo de cáncer.
Para acceder a más información, está habilitada la línea gratuita de consultas 0800-999- 0723 y hay disponible información sobre el cáncer de piel en el sitio web de la campaña.