“Sentimos que estamos perdiendo la batalla”, comienza el texto dirigido a la sociedad. Piden la colaboración de la gente con las medidas de distanciamiento y cuidados personales.
La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) difundió este martes una desgarradora carta a todo el país, en la que aseguran que sienten que están «perdiendo la batalla» contra la pandemia de coronavirus.
En la misiva, los médicos, enfermeros, kinesiólogos y demás miembros de ese sector de la salud remarcaron que «se están agotando los recursos» para salvar a los pacientes con la Covid-19.
Además, hicieron un enfático llamado a la sociedad para que colaboren con ellos respetando los protocolos de distanciamiento social y de cuidados personales.
«Sentimos que no podemos más, que nos vamos quedando solos, que nos están dejando solos», reza uno de los pasajes más dramáticos de la carta.
«Sólo le pedimos a la sociedad que reflexione, y que cumpla con tres simples pero importantes medidas, recomendadas científicamente: distanciamiento social (permanecer a más de 1,5 metros), uso de tapabocas (cubriendo nariz y boca), lavado frecuente de manos (con agua y jabón o alcohol en gel), no aglomerarse, no hacer fiestas, ¡no desafiar al virus, porque el virus nos está ganando! Les suplicamos no salir si no es necesario»
A través de una dura carta, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) expresó la realidad a la que se enfrentan a diario y resumieron: “Sentimos que estamos perdiendo la batalla”. Pese al refuerzo del sistema sanitario argentino, los profesionales de la salud perciben que “los recursos se están agotando”. Además, advirtieron que “la mayoría de las Unidades de Terapia Intensiva del país se encuentran con un altísimo nivel de ocupación”, que las camas con respiradores “son cada vez más escasas” y, fundamentalmente, que falta personal médico.
“A diferencia de las camas y los respiradores, los trabajadores de terapia intensiva no pueden multiplicarse. Ya éramos pocos antes de la pandemia y hoy nos encontramos al límite de nuestras fuerzas, raleados por la enfermedad, exhaustos por el trabajo continuo e intenso, atendiendo cada vez más pacientes. Estas cuestiones deterioran la calidad de atención que habitualmente brindamos”, explicaron en la solicitada.
En la misiva que lleva la firma de la presidenta de SATI, la doctora Rosa Reina, y su vicepresidente, Guillermo Chiappero, se comentó que desde la llegada de la pandemia a la Argentina trabajan a diario “enfundados en los equipos de protección personal”, por lo que “apenas podemos respirar, hablar, comunicarnos entre nosotros”.
“También tenemos que lamentar bajas, personal infectado y lamentablemente, fallecidos, colegas y amigos caídos que nos duelen, que nos desgarran tan profundamente”, graficaron con crudeza los trabajadores de terapia intensiva.
En paralelo al cuadro epidemiológico que atraviesa la Argentina, los profesionales de la salud no son ajenos a la crisis económica. “Terminamos una guardia en una UTI y salimos apresuradamente para otro trabajo; necesitamos trabajar en más de un lugar para llegar a fin de mes. Por horas y horas de trabajo estresante, agotador, pese a ser profesionales altamente calificados y entrenados, ganamos sueldos increíblemente bajos que dejan estupefactos a quienes escuchan cuál es nuestro salario”, revelaron.