Dime cómo te hablas, y te diré cuánto te estimas

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Como ya te conté en la columnita anterior, la manera de hablarnos a nosotros/as mismos/as, nuestro “diálogo interno”, puede ser un factor determinante en cómo nos sentimos y cómo nos comportamos. Que trabajar sobre nuestro autodiálogo es una herramienta poderosa que puede influir en nuestra perspectiva de vida, nuestras emociones y nuestra autoestima.


En esa nota, te compartía una de mis “reglas”… no te digas nada a ti mismo/a que no le dirías a otra persona. Y te invitaba a observarte e identificar si tu diálogo con vos mismo/a era mayormente positivo o negativo. ¿Cómo te fue? ¿Te tomaste una pausa para observarlo? ¿Pudiste identificar cómo te hablas, cómo te tratas a vos mismo/a?. (te dejo el link, por si no la leíste o queres reforzar algún concepto, para que ingreses directamente a ella……).
SI, el tipo de conversación interna que predomina en nuestras mentes puede influir directamente en cómo nos sentimos, actuamos y afrontamos dificultades. En ocasiones, enfrentamos situaciones estresantes, conflictos internos o externos, fracasos, duelos, entre otros eventos que generan malestar emocional. La forma en que nos comunicamos con nosotros/as mismos/as en estos momentos de dificultad puede jugar un papel crucial en nuestra capacidad para afrontarlos de manera saludable y constructiva. Nuestro diálogo interno puede influir en la intensidad del malestar emocional que experimentamos.
La influencia del autodiálogo en nuestro bienestar emocional es profunda. Las investigaciones en psicología cognitiva han demostrado que el diálogo interno negativo puede contribuir a la aparición y mantenimiento de trastornos como la depresión, la ansiedad y el estrés crónico. Los pensamientos negativos repetitivos generan un ciclo en el que las creencias limitantes refuerzan emociones de desesperanza, incapacidad o temor, haciendo que la persona se sienta atrapada en un círculo vicioso.
Por otro lado, cultivar un autodiálogo positivo se asocia con un mayor bienestar emocional. Las personas que desarrollan una actitud interna más amable y comprensiva tienden a afrontar mejor el estrés, tienen una mayor autoestima y logran un equilibrio emocional más estable. El autodiálogo positivo no implica ignorar las dificultades o evitar el dolor, sino abordarlos desde una perspectiva más empoderadora y resiliente.
¿Te das cuenta la importancia que tiene “tratarte bonito”, “tratarte bien”?
Ese trato que tenes con vos mismo/a (diálogo interno) tiene una relación directa con la autoestima, ya que es a través de las palabras que nos decimos a nosotros/as mismos/as que moldeamos nuestra autopercepción. Una persona que se repite continuamente que no es lo suficientemente buena, que no merece el éxito o que es incapaz de alcanzar sus metas, va a erosionar su autoestima. Por el contrario, cuando el diálogo interno se centra en reconocer logros, capacidades y aprender de los errores, Ia autoestima se refuerza y la persona se siente más segura y competente.
La buena noticia es que, aunque el autodiálogo a menudo es automático, se puede entrenar. Transformar el diálogo interno es posible a través de varias técnicas y enfoques basados en la psicología cognitiva, el mindfulness y la autocompasión.
Uno de esos recursos te lo compartí en la nota anterior, “la identificación y modificación de pensamientos”; hoy me gustaría invitarte a seguir observando cómo te tratas, y si en esa conversación que tenes con vos mismo/a te notas siendo compasivo/a.
¿Por qué te propongo esto? Porque tratarnos con compasión es una de las formas más poderosas de transformar la relación con uno mismo, nos va a ayudar a suavizar el impacto de las críticas internas, y a promover un diálogo interno más amoroso y saludable. La autocompasión implica tratarse a uno mismo con la misma gentileza, comprensión y apoyo que se ofrecería a un amigo cercano. En lugar de criticarse por los errores o fallos, la autocompasión invita a reconocer la humanidad compartida y a aceptar que equivocarse o fallar es parte de la experiencia humana.
Entrenar nuestra manera de tratarnos, hacerla más consciente, cultivarla de una forma intencional, nos permitirá notar el contenido de nuestro diálogo interno sin dejar que esos pensamientos definan las emociones o comportamientos, lo que nos facilita una mayor flexibilidad emocional y un enfoque más ecuánime ante los desafíos.
Desarrollar un autodiálogo positivo, autocompasivo y consciente puede mejorar significativamente el bienestar emocional, fortalecer la autoestima y ayudar a gestionar mejor el estrés y los desafíos cotidianos. Tomar el control de nuestra conversación interna es un paso esencial hacia una vida más equilibrada y plena.
Si tienes alguna duda más sobre qué es el autodiálogo o cómo poder entrenarlo ponete en contacto conmigo y estaré encantada de asistirte.
Gracias por leerme, los abrazo
Ema
@emack38
+5492345418981 (WhatsApp)

Y no te olvides, tratate bonito. Recordá que es de adentro hacia afuera. Que no es lo que sucede lo que define cómo pensamos. Que nuestra mente es como un jardín, nuestro propio jardín, y somos nosotros/as los/las que elegimos cómo y qué cultivar en él