El rancho de Rosas, cuando fue transportado hacia donde está actualmente. El nombre de Juan Manuel de Rosas se asocia a San Miguel del Monte, a su ejército de Colorados y a los museos que allí pueden visitarse
Pero no todos saben que su célebre rancho fue protagonista de una hazaña de la ingeniería en 1987. Montado en un carretón de 120 ruedas hidráulicas, el rancho –de 5 m de ancho por 24 m de largo– recorrió 60 km desde su emplazamiento original en la estancia Los Cerrillos hasta su ubicación actual en el corazón de la ciudad. Varios días de viaje, a razón de cinco kilómetros por hora, para arribar al lugar exacto que ocupaba en 1774 el fortín de la Guardia del Monte. Sus paredes de adobe, que el restaurador mandaba a pintar con leche y sangre de vaca, para obtener el color rosa que tanto le agradaba, resistieron los embates del tiempo: es el único de su tipo que se mantuvo intacto (o casi). Cinco habitaciones en chorizo, cada una con su entrada independiente, sin cocina y sin baño, como mandaba la época. Las dos primeras conservan los techos trenzados por indios pampas con pasto, tacuara y troncos de palmera. Hay que agacharse un poco para entrar, las puertas externas eran bajas para impedir que los indios entraran con el caballo y todo, cuando atacaban. Las bases de las ventanas están a la altura de las pantorrillas y los aleros permiten ver desde adentro hacia fuera, pero no a la inversa. Antes que rancho, era un atalaya.
Info: Facebook.