En la última sesión se aprobó por unanimidad un pedido de informes presentado por el Frente de Todos sobre la problemática del aumento de la población de perros abandonados en las calles.
Dicho proyecto surgió a raíz de reuniones mantenidas con las asociaciones de protección animal, quienes manifestaron su preocupación por la insuficiente cantidad de castraciones que se realizan, las malas condiciones del albergue canino municipal y la deficiente política de adopción de los perros que allí residen
«El problema central es que el foco se pone en la castración de perros con dueño, cuando debería ponerse sobre los perros callejeros. A ellos hay que castrar. Porque, el perro con dueño, o es llevado a castrar por él o está contenido dentro de su domicilio. En cambio, nunca vimos a un perro sin dueño que haya ido a castrarse sólo. Y ese perro, el de la calle, está permanentemente en contacto con otros de su especie generando una reproducción natural que se da a una escala muy superior a la cantidad de castraciones que se hacen en esta Ciudad», cerraron los ediles.
«Evidentemente la política aplicada hasta el momento no ha dado resultados. Son alrededor de 800 los perros que vagan por nuestras calles y el crecimiento, lejos de bajar, continúa en ascenso», manifestaron desde el bloque opositor.
«No se está haciendo nada. Absolutamente nada. Las informaciones que se dan no son así», afirmaron miembros de las entidades protectoras. Y agregaron: «El albergue es la cárcel de Alcatraz. Llevar a los perros ahí es llevarlos a la muerte».