Minutos después de concluido el acto en el que la CGT se manifestó contra la política económica del Gobierno, un nutrido grupo de manifestantes, que ya había insultado durante los discursos de los dirigentes, ocasionó desmanes y copó el palco. El principal motivo del enojo fue la falta de certeza, durante el discurso, sobre la fecha en la que se realizará un paro general.
Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, los tres oradores que tuvo el acto, coincidieron en marcar que llamarían a un paro general para los últimos días de marzo o los primeros de abril, pero evitaron dar una fecha concreta
«La fecha ya está puesta, si el Gobierno no rectifica sus medidas, los primeros días de abril habrá un paro de 24 horas», resaltó Héctor Daer al cerrar el acto, mientras desde la calle crecía el grito de «poné la fecha, la puta que te parió (sic)».
«Ante esta dolorosa realidad del país de carne y hueso, nosotros siempre vamos a apostar al diálogo, pero también queremos coincidencias en la mesa, es hora de precisar a dónde estamos y cómo nos vamos a organizar para la lucha y la protesta nacional», recalcó Daer al hablar de la medida de fuerza. Sus palabras no cayeron bien en muchos de los manifestantes que querían el anuncio de un paro general.
El malestar creció luego de que los tres sindicalistas terminaran de hablar. Los insultos se replicaron con el pasar de los minutos, al igual que los empujones entre quienes pensaban diferente con respecto al anuncio de la CGT.
En el corto plazo la situación se desmadró. Los manifestantes de diferentes facciones se tomaron a golpes de puño y comenzaron las corridas detrás del escenario. Las acusaciones cruzadas tensaron el clima luego del acto, al punto tal que la cúpula de la central obrera tardó en bajarse del escenario por los incidentes que se habían generado.
La cúpula de la CGT tuvo que refugiarse en el gremio de empleados de comercio (@sinurrieta)
Los dirigentes del consejo directivo de la CGT debieron soportar abucheos y el grito de «paro general» de los presentes. Los insultos siguieron cuando lograron bajarse del palco y se refugiaron en la sede del gremio mercantil.
«Traidores», «pongan la fecha» y «paro general», fue el grito que hostigó a los dirigentes de la central obrera. Muchos de ellos ingresaron custodiados al gremio de los empleados de comercio, que encabeza Armando Cavalieri, en Avenida Diagonal Sur al 600.
Cuando la mayoría de los presentes comenzaron a desconcentrarse, un grupo de manifestantes se subió al escenario y comenzó a cantar en contra de la cúpula de la CGT. «Se va a acabar la burocracia sindical», gritaban mientras saltaban y flameaban las banderas de sus sindicatos.
Poco a poco la cantidad de gente disminuyó y la tensión bajó. Pero el reclamo se mantuvo. La fecha para un paro general siguió formando parte de los cánticos de los últimos manifestantes que quedaban en la marcha.