#Carta de #JavierNieto
Cuando llegué al hospital porque mi cuerpo no daba más, no se me cruzó por la cabeza que esa podría haber sido la última vez que viera a los ojos a mis seres queridos. El malestar no me permitía sentir, ni pensar en algo más que no fuera mi cuerpo devastado. Bastó solo un rato con diferentes artefactos que me ayudaban a respirar, para que el miedo a no salir de esta situación me invadiera aún más que este maldito virus.
Al otro lado de la ciudad, estaba mi compañera, sintiéndose igual que yo y aún así, cuidando a nuestra niña. Un panorama angustiante, desolador.
Esto que nos tocó pasar no se lo deseamos a nadie, pero sí quisiéramos que todos puedan conocer a las personas que nos cuidaron, asistieron, escucharon nuestros miedos y llantos, nos consolaron, nos animaron a seguir luchando, a no bajar los brazos…
No me alcanzarán los días para agradecer a todo el personal de salud, por su trato amable y sobre todo, por arriesgar su propia vida en pos de la nuestra. Por ellos y por todos, cuidate! No es una simple gripe, no minimicemos a este virus silencioso.
Hoy después de ocho largos días me dieron el alta y seguiré mi recuperación en casa, un pedazo de mi corazón queda en el Posadas, ya que mi compañera de vida aún sigue internada, sé que va a salir de esta como lo hice yo, pero no es fácil, nada fácil. Desde mi humilde lugar les quiero pedir que se sigan cuidando, por el bien de ustedes y del personal de salud.
Javier Nieto.