Días atrás, Ricky regresó de Europa. Luego de que el club «Xeneize» hiciera una nueva oferta por su pase al San Pablo de Brasil, el futbolista decidió no firmar con el Genoa de Italia y volver al país para reintegrarse al plantel comandado por Guillermo Barros Schelotto. El sábado por la noche, fue a bailar junto a un grupo de amigos y amigas al boliche Capítulo I de Lanús.
Ya en el local nocturno, hubo una serie de escándalos que involucraron a los allegados de Centurión y al propio jugador. Según testigos, jóvenes que estaban en el lugar quisieron sacarse fotos con el futbolista y sus amigos los sacaron de mala manera. La situación se puso muy violenta. Ricky también intercambió insultos y hasta hubo amenazas e invitaciones a pelear afuera.
«Como cualquier fanático de Boca, me acerqué para pedirle una foto y me dijo que no de mala manera, me dijo que no lo molestara. Me di cuenta de que estaba ‘re puesto’. Me acerqué para pedirle disculpas, pero una persona que estaba con él se metió y de forma muy violenta empezó a gritarme, a insultarme y me propinó un golpe de puño. Se armó revuelo, vinieron los patovicas y nos separaron», relató Fabián, la persona que tuvo el altercado con Centurión, al canal CrónicaTV.
Luego, denunció: «Centurión y su amigo me dijeron que afuera me iban a matar, que me iban a garrar a los tiros. Me hacían gestos con la manos como que me iban a dar un tiro en la pierna». Según Fabián, el futbolista «estaba drogado o borracho». «Estaba raro, muy sacado y muy violento», agregó y no descartó iniciar acciones legales por el epsiodio.
Finalmente, Ricky fue retirado del lugar en un patrullero. El futbolista se fue con el rostro tapado y custodiado por las fuerzas policiales para evitar otros hechos de violencia a la salida del boliche