El presidente Alberto Fernández arribó a las 11.30 al Congreso de la Nación, donde abre el 141° período de sesiones ordinarias durante la tradicional Asamblea Legislativa.
Fernández fue recibido en la explanada del Palacio Legislativo, sobre la avenida Entre Ríos, por los directores de ceremonial del Senado y de Diputados, Nelson Periotti y Aníbal González; y, a continuación, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner lo acompañó al salón Azul del Senado para la firma del libro de actas, junto a la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau y la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala.
En la que es su cuarta apertura de una Asamblea Legislativa anual, el jefe del Estado inauguró el nuevo año parlamentario en una ceremonia que comenzó pasadas las 11.30 en el recinto de la Cámara de Diputados.
En el inicio de su discurso, el presidente afirmó que “la Argentina ha sostenido su institucionalidad y es un logro del que debemos estar orgullosos”, y pidió un reconocimiento para las “Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y los veteranos de la Guerra de Malvinas”, al pronunciar un discurso ante la Asamblea Legislativa del Congreso reunida para la apertura del período 141° de sesiones ordinarias.
“Pido a este Congreso un reconocimiento para ese logro que es orgullo de todo el pueblo argentino”, señaló el jefe de Estado.
Fernández destacó que llevó su pedido por la «paz» en el mundo a todos los ámbitos internacionales en los que participó, en un «marco» en que el país transita el año en que se cumplen los 40 años de la democracia recuperada.
«Los 40 años de vigencia de la democracia constituyen el período más extenso de nuestra historia», resaltó el mandatario.
Coparticipación, Poder Judicial, insultos y gritos
Por otro lado, el presidente Alberto Fernández remarcó que «los recursos coparticipables se distribuyen de acuerdo con las formas establecidas por una ley convenio que han firmado cada una de las provincias argentinas y el Estado Nacional y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no forma parte de ese convenio».
En medio de fuertes cruces con dirigente opositores, que comenzaron a gritar en el recinto y manifestar gestos de desaprobación al discurso presidencial, el mandatario les dijo: «No son mentira, no son mentira».
En ese marco, ratificó que el distrito porteño «no tiene derechos sobre esos recursos» sino que «debe recibirlos del Estado Nacional cuando este le transfiere un servicio que hasta ese momento prestaba», y sostuvo que «esa decisión es parte de la gestión administradora del Poder Ejecutivo Nacional y no puede ser sustituida por otro poder de la República».
«Es un honor que usted me insulte», le dijo el mandatario al diputado de Juntos por el Cambio, Fernando Iglesias.
En ese momento, varios legisladores de la oposición se fueron del recinto.
El presidente Alberto Fernández sostuvo este miércoles que la Corte Suprema de Justicia «le quita dinero a los que más necesitan y destina esos mismos recursos a la ciudad más opulenta del país», en relación al fallo que dictó el máximo tribunal en favor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y afirmó que «la intromisión de la Justicia en la ejecución presupuestaria es definitivamente inadmisible». «El Poder judicial no cuenta con la confianza pública», agregó.
«Mientras que muchas provincias necesitan realizar obras que permiten asegurar servicios tan esenciales como el agua potable para sus habitantes, la Corte Suprema de Justicia aseguró a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recursos coparticipables que no le corresponden contrariando la ley de coparticipación vigente. Le quita dinero a los que más necesitan y destina esos mismos recursos a la ciudad más opulenta del país», cuestionó el mandatario en su discurso ante la Asamblea Legislativa.
El presidente consideró que la situación actual del Consejo de la Magistratura, presidido por el titular del máximo tribunal, Horacio Rosatti, «es de una gravedad institucional mayúscula» porque «el Congreso debió soportar la intromisión del Poder Judicial en sus prerrogativas cuando la Corte Suprema se arrogó indebidamente la facultad de disponer cómo debe este cuerpo legislativo designar sus representantes».
Fernández advirtió que «si la reforma de la Justicia Federal hubiera prosperado -en el Congreso- y si la Corte Suprema no hubiera tomado por asalto al Consejo de la Magistratura, hoy Santa Fe no estaría padeciendo la carencia de tribunales que impiden enjuiciar con rapidez al crimen organizado que se ha expandido en su territorio».
Asimismo, defendió el proceso de juicio político que se lleva adelante en la Cámara de Diputados contra los miembros de la Corte Suprema y dijo que «no hay ningún ataque ni embestida contra la justicia».
También lamentó que el Poder Judicial “no cuente» en la actualidad «con la confianza pública”, al considerar que “no funciona eficazmente y no se muestra con la independencia requerida frente a los poderes fácticos y políticos”. “Los ejemplos abundan. Conocemos como se dictaron medidas cautelares que impidieron regular el precio de servicios básicos de telecomunicaciones sin que hasta el día de hoy se haya resuelto la cuestión de fondo”, remarcó Fernández.
El Jefe de Estado aseguró que la sociedad vio “como a través de medidas cautelares se habilitaron importaciones que no significaban ninguna prioridad para el país”. “Se impuso así una práctica que permitió, una y otra vez, burlar la ley mediante medidas cautelares. Frente a este estado de situación es necesario tomar cartas en el asunto y trabajar para encontrar su solución”, subrayó.