En medio de un escenario que muestra un aumento incesante de casos, una recuperación económica aún lenta en algunos sectores y el fantasma del regreso a mayores restricciones, el Gobierno tiene en carpeta analizar la vuelta de los dos programas de asistencia a personas y empresas: el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). No obstante, en ambos casos, se implementarían en modalidades distintas a las ya conocidas.
Cómo serían los nuevos programas
Según detalla Infobae, la idea que se estudia en la Casa Rosada es reducir los montos y los alcances de ambas iniciativas. Inclusive, hasta se rumorea que podrían tener otros nombres.
El primer paso del presunto regreso de ambos planes se dará en la reunión que este jueves mantendrá el gabinete económico, a cargo del jefe de los ministros, Santiago Cafiero.
De acuerdo con fuentes del Gobierno, las posibilidades de ejecutar un plan similar al del IFE es más alta, en tanto que el auxilio a las empresas para el pago de salarios apuntaría específicamente a aquellos sectores aún afectados por la pandemia, como el turístico y el entretenimiento.
Quiénes la impulsan
Aunque todavía se encuentra bajo análisis del presidente Alberto Fernández, la iniciativa fue puesta sobre la mesa por los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; y de Trabajo, Claudio Moroni. Según ellos, aplicar mayores restricciones como consecuencia de un agravamiento de la situación sanitaria provocará que la economía vuelva a resentirse.
Por otro lado, desde las tres carteras consideran que, ante la obligación del Gobierno de reducir el déficit fiscal en medio de la negociación que mantiene con el Fondo Monetario Internacional, los fondos para llevar adelante ambos programas deberían provenir de una reasignación de partidas y no de una suba del gasto público.
De cuánto fue la ayuda del Estado en 2020
Según las cifras oficiales difundidas en el cierre del pasado año, el Estado desembolsó $3,5 billones en diversos auxilios sociales durante 2020, lo que significó la ejecución de más del 13% del Producto Bruto Interno (PBI).
Entre esas ayudas, una de las más importantes fue la del IFE, que consistió en la entrega de un bono de $10.000 a casi 9 millones de personas durante cada una de sus tres ediciones. A su vez, cada IFE implicó un desembolso total de $90.000 millones.
El programa estuvo destinado a aquellos sectores más golpeados por la pandemia y la cuarentena, como desocupados, trabajadores informales, personal de casas particulares y monotributistas sociales o de las categorías A y B.
Por su parte, en lo que fue el momento de mayores restricciones, el ATP cubrió los salarios de empleados de unas 234 mil compañías.