Mientras el Gobierno ultima detalles para anunciar las restricciones que se implementarían a partir de este viernes por la exponencial suba de casos de Covid-19, la posibilidad de que el Ejecutivo pague una nueva edición del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) vuelve a ocupar la escena.
El eventual retorno del bono de $10.000 que el Estado desembolsó en 2020 en tres ocasiones está vinculado directamente con el efecto recesivo que podrían tener estas nuevas medidas en algunos sectores de la economía. Por ejemplo, en restaurantes, bares y otros comercios. Ante ese escenario, la Casa Rosada vuelve a pensar en este subsidio.
De dónde saldrían los fondos
Si bien el Presupuesto de 2021 no prevé partidas especiales para reactivar planes de emergencia como el IFE, Ámbito Financiero revela este miércoles que el Gobierno podría echar a mano a parte del dinero que provenga de los Derechos Especiales de Giro (DEG), un monto que será enviado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que fue confirmado por la titular del organismo, Kristalina Georgieva, hace 10 días.
¿Qué son los DEG? Se trata de un total de u$s 650.000 millones que el Fondo destinará exclusivamente a los países en desarrollo que tengan su cuota al día con el organismo.
En ese sentido, Argentina no solo cumple con ese requisito, sino que también le corresponden alrededor del 0,7% por sus acciones en el directorio del FMI. Este porcentaje se traduce en u$s4.354 millones, que son los que recibiría el país. De ese total, teniendo en cuenta que el Gobierno deberá hacer frente a un vencimiento de deuda con el propio Fondo, quedarían unos u$s2.500 millones liberados para financiar un nuevo IFE.
En relación con los plazos, si bien todo dependerá de los pasos burocráticos que exige la entidad que conduce Georgieva, ese dinero sería habilitados entre fines de abril y comienzos de junio.
Qué más beneficios podrían activarse
Otra de las medidas que estudia impulsar el Gobierno son los créditos directos a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). El año pasado, en el período más duro de la cuarentena, el Poder Ejecutivo puso en marcha los Créditos a Tasa Cero para monotributistas y para trabajadores autónomos. Esos préstamos estaban subsidiados al 100% por el Estado, lo que permitía que la persona que los adquiriera tuviera que devolver el dinero sin pagar ningún interés ni costo financiero.
Cuál quedó descartado
Por otra parte, según afirma Ámbito, lo que sí está descartado es el retorno del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). En este caso, se piensa en la opción de reformular el Repro II, mecanismo por el cual algunas empresas reciben un subsidio para el pago de los salarios de sus empleados. Respecto de este plan, se buscaría auxiliar a sectores muy puntuales que se encuentren en crisis.