El presidente analizó con su comitiva el anuncio de su antecesor en la Casa Rosada y evaluó que ahora CFK tendría que asumir también esa posición para oxigenar al sistema institucional a pocos meses de las PASO
El Presidente considera que la decisión de Macri es un hecho político que no solo impactará en la interna de Juntos por el Cambio, sino que también será gravitante en la puja de poder que afecta al frente de todos.
El Jefe de Estado siempre consideró que Macri ya había cumplido su ciclo político y que esa caracterización también involucraba a Cristina Kirchner. Entonces, analizó con funcionarios de su confianza, la decisión de Macri podría causar un efecto inesperado en el oficialismo que arrastre también a la vicepresidenta hacia la misma postura personal.
Aunque Alberto Fernández cree que el paso al costado de Macri contribuye en “oxigenar” al sistema institucional, considera que de nada serviría que continúe diseñando la hoja de ruta de la coalición opositora.
Desde esta perspectiva, y ante quienes oficiaron de interlocutores, repitió que sería ideal para el Frente de Todos que CFK se mantenga al margen de las candidaturas y que se corra de la toma de decisiones. El Presidente sostiene qué hay una dialéctica política en espiral entre Macri y Cristina Kirchner, y que el corrimiento del líder del PRO puede forzar el corrimiento de la actual vicepresidente.
Alberto Fernández asume que Cristina ahora deberá acelerar sus movimientos tácticos en la coalición oficialista, y que su insistencia de hacer las PASO – y eventualmente participar en ellas- puede acelerar el proceso de renovación del peronismo. Es decir: para el mandatario nacional, la decisión de Macri podría actuar como un acelerador del fin del kirchnerismo, ya que Cristina ahora pierde su némesis en la oposición y su sentido de representación partidaria.