Cuando resta una semana para el fin del Ahora 12, funcionarios del Gobierno y de las propias entidades bancarias ya trabajan en una nueva versión del programa. Y aunque el proyecto todavía no es definitivo, una de las principales modificaciones que tendrá el plan a partir de abril es la eliminación del plazo de tres meses de gracia que figura actualmente para las compras en 12 y 18 cuotas.
El por qué de los cambios
La posibilidad que tiene actualmente el comprador de empezar a pagar su compra recién a los 90 días, que estira el período de pago a 15 y 21 meses, respectivamente, implica para los bancos un aumento del costo financiero, que permite costear esos plazos a una tasa del 20% anual.
Teniendo en cuenta que diversas proyecciones hablan de una inflación cercana al 40% para el 2021, desde los bancos señalan que esa característica del programa es insostenible.
En esa misma línea, desde el sector financiero sostienen que con la eliminación de los tres meses de gracia, el costo que deberían asumir se reduciría notablemente.
No obstante, los bancos quieren más que la anulación de ese plazo y buscan poder aplicar una suba del costo financiero total anual que pueda ser cargada a comercios y consumidores.
Actualmente, ese porcentaje que corre por cuenta del comprador que paga con tarjeta y en cuotas es del 20%, en tanto que los bancos pretenden elevarlo hasta dejarlo en 37%, que es lo que pagan por plazos fijos minoristas.
Por el momento, no hay un acuerdo entre las partes. Desde el Gobierno consideran que ya sin el plazo de 90 días de gracia, las entidades bancarias obtendrán una mejora de varios puntos en la tasa que perciben. Además, vale recordar que a cambio del crédito que colocan los bancos para impulsar el consumo por intermedio del Ahora 12, el Banco Central les permite reducir encajes.
Qué actividades podrían salir del programa
Otra de las modificaciones que desde el Ministerio de Producción se evalúa es marginar del programa a aquellas actividades golpeadas por el parate que produjo la pandemia y que de algún modo lograron recuperarse en los últimos meses.
En este sentido, los servicios de peluquería, centros de estética y balnearios, entre otros, dejarían de poder pagarse en cuotas.
Del mismo modo, el ministerio a cargo de Matías Kulfas impulsaría establecer un tope a la cantidad de dinero que se puede financiar. La meta es que sean los productos de menor valor los que se puedan pagar en cuotas y que esa facilidad las tengan aquellos sectores con menor poder adquisitivo, y no quienes pueden financiarse de otro modo.