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El ex titular de la AFIP y actual presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN), Ricardo Echegaray, estuvo cara a cara ante el juez federal Claudio Bonadio en el marco de una causa por falso testimonio iniciada por una denuncia del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay.
Echegaray presentó un escrito y contestó preguntas de Bonadio. Prat-Gay denunció a Echegaray y a otros funcionarios de la AFIP por deslizar que era apoderado de una cuenta de la familia Fortabat, cuando se hizo pública la causa conocida como «HSBC», que investiga 4.040 presuntas cuentas de argentinos en el exterior no declaradas a la AFIP.
El ministro de Hacienda sostuvo en su denuncia que los funcionarios públicos que ventilaron la denuncia mintieron al imputarle cuentas no declaradas a la familia Fortabat, y a él como apoderado. La AFIP había denunciado a fines de 2014 a 4.040 personas y empresas por no declarar cuentas radicadas en Suiza y había estimado que la presunta evasión fiscal llegaría a3.000 millones de pesos.
El juez federal Bonadio también citó a otros funcionarios de la Administración Federal de Ingresos Públicos como el ex subdirector de Fiscalizaciones de la AFIP, Horacio Curien, y el ex subdirector general de Asuntos Jurídicos, Pedro Roveda.
La visita de Echegaray al despacho de Bonadio no fue un hecho aislado. Más bien fue la primera parada de una larga excursión que deberá afrontar el ex recaudador por los pasillos de Comodoro Py. Es que el próximo 17 de mayo tendrá que sentarse frente a otro juez, Sebastián Casanello, acusado de beneficiar a Lázaro Báez en las maniobras de la ruta del dinero.
Además, el fiscal Gerardo Pollicita ya pidió verle la cara en otro expediente en el que se investiga la deuda que acumuló Oil Combustibles con el fisco durante el kirchnerismo, y la Oficina Anticorrupción cree que aún debe seguir siendo investigado en el caso de la ex Ciccone, donde Amado Boudou es uno de los principales implicados.
Echegaray no sólo tiene dolores de cabeza en los tribunales. La política también lo tiene a maltraer. Sucede que desde Cambiemos ya pidieron públicamente su salida de la Auditoría y la diputada nacional Elisa Carrió solicitó formalmente ante la Justicia su destitución.