
Hoy el telón se cierra con una tristeza profunda en nuestros corazones. Nos toca despedir a Guille, una compañera que dejó una huella imborrable en nuestro elenco y en cada uno de nosotros. Su pasión por el teatro no se limitaba al escenario; la vivía con entrega, respeto y una generosidad infinita, siempre dispuesta a tender una mano, a escuchar, a construir juntos.
Su trabajo incansable, su compromiso y su calidez humana hicieron de cada ensayo y cada función un espacio de encuentro y risas. Nos enseñó que el teatro es más que un arte: es una familia, un refugio, un lugar donde crecemos y nos sostenemos unos a otros.
Hoy nos queda su recuerdo, su voz en cada palabra compartida, su presencia en cada rincón de nuestra sala. Y aunque su ausencia duela, sabemos que su luz seguirá brillando en esta gira que emprende.
Hasta siempre, querida Guillermia Saggion. El escenario y nuestros corazones siempre guardarán un lugar para vos.