1. El más visitado de todos.
El país galo recibió cerca de 25 millones de turistas entre julio y agosto –la temporada alta- quienes gastaron 15.000 millones de euros, y espera cerrar el año con 65-70 millones de visitas. Esto quiere decir que tiene tantos o más turistas en un año que población propia (poco más de 67 millones de habitantes). ¿La famosa antipatía del parisino tendrá que ver con tanto extraño, que encima no habla su idioma?
2. Un país de 40.000 castillos.
Cuenta con más de 40.000 castillos y fortalezas construidas a partir del siglo IX, plena Edad Media. El más antiguo es el Château de Thil, que data del 850 d. C. La mayor parte de estas construcciones se encuentran en las regiones del Loira, Alsacia u Occitania. El Palacio de Versailles es, claro, el más emblemático. Situado 20 kilómetros al suroeste de París, fue la residencia del último rey, Luis XVI, antes de la caída de la monarquía de 1789. La serie “Versailles”, que está en Netflix, fue filmada en dicho lugar.
3. El croissant, créase o no, no es francés.
Aunque se crea que se inventó en Francia, la famosa medialuna apareció por primera vez en Austria. Esta pieza de panadería de hojaldre es de origen germánico, aunque posteriormente se desarrolló en Francia y allí arrancó su proyección mundial. Más precisamente se sitúa en la Viena del Siglo XVII, durante el asedio de las tropas del Imperio Turco.
4. Un idioma bello y de los más hablados en el mundo.
Existe un consenso general en que el francés es el idioma que suena mejor. Surgió de la mezcla del latín y el provenzal, tras la conquista romana. Lo que no se sabe tanto es que es la lengua de 22 países, y uno de los idiomas oficiales de Bélgica, Suiza, Canadá, Haití y Madagascar. De hecho, fue el idioma oficial en Inglaterra durante 3 siglos, desde que los normandos ganaron el territorio en 1066, hasta finales del siglo XIV. Consecuencia de la época colonial, el continente donde más se habla francés no es Europa sino África. Irónicamente, en la propia Francia, se hablan otros 8 idiomas que no cuentan con estatus oficial: occitano, provenzal, gascón, corso, catalán, euskera alsaciano, holandés y bretón.
5. Napoleón, injusto paradigma de hombre bajo.
A pesar de la creencia común de que Napoleón Bonaparte, era bastante pequeño de estatura, la verdad es que estaba por encima de la media de los franceses de fines del siglo XVIII. Se adjudica el mito de su supuesta pequeñez a una campaña de “difamación” británica. Según la autopsia que se hizo, el “pequeño corso” medía 1,68 metros, una talla hasta considerable para la época. Tan susceptibles son los franceses con la figura del emperador, que una ley prohíbe nombrar a un cerdo con su nombre.
6. El puente más viejo es el “Puente Nuevo”.
El puente más antiguo de París es el “Pont Neuf” o “Puente Nuevo”. Además de ser el más antiguo, es también el más largo de la ciudad (232 metros). Su nombre se debe a que fue el primero hecho en piedra, ya que los anteriores eran de madera. El diseño comprende arcos estilo romano y su construcción se decidió en 1577, bajo el reinado de Enrique III.
7. La primera película de la historia.
La primera película de la historia se grabó en Francia y duró apenas 46 segundos, aunque quedaron marcados para la historia del cine. Se llamó “La salida de los obreros de la fábrica Lumière”, y fue filmada por los hermanos de mismo nombre, en 1895. El cinematógrafo fue patentado el 13 de febrero de ese año.
8. No lo dejaron subir a Hitler a la Torre Eiffel.
La ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial duró desde el 22 de junio de 1940 hasta diciembre de 1944. Fue una derrota militar rápida que dio lugar a una enconada resistencia civil, incluso en los más mínimos detalles. Por caso, cuando Adolf Hitler visitó París, cortaron los cables de los ascensores para que no pudiera acceder a los pisos de la torre más conocida del mundo, que tiene una altura de 300 metros.
9. Es champagne, sólo si proviene de dicha región.
Todo el champán producido en el mundo proviene de la región francesa de Champagne, al norte del país. Si se produce en otro lugar, aunque sea del propio país, se le llama simplemente vino espumoso. O, según la mediática Charlotte Caniggia, meramente “Shempein”.
10. La gran cita deportiva del año no es la pelota.
Si bien el fútbol es altamente popular (aunque no se vive con la pasión de los argentinos), hay que decir que el gran evento deportivo anual es el Tour de Francia, una competencia ciclística sumamente exigente por la geografía del país, e incluso ocasionalmente por países vecinos. Se corre desde 1903 sin interrupciones (salvo durante las dos guerras mundiales) y salen todos a las calles a ver pasar el desfile de bicicletas altamente diseñadas.