Desde noviembre de 2000, cada 2 de abril conmemoramos el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Aquel día, en 1982, las Fuerzas Armadas Argentinas desembarcaron en las Islas con el objetivo de recuperar el territorio arrebatado por Gran Bretaña en 1833. En este 2020 se rememora a los veteranos de una manera distinta: haciendo patria, cada quien desde su lugar, en este difícil contexto.
En el inicio de la cuarentena, el ex combatiente saladillense Guillermo Nicoló hacía una analogía de aquel suceso con los tiempos que corren: “Esta guerra es peor que la de Malvinas, porque no sabemos dónde está el enemigo, por dónde puede venir. No lo sabemos, en Malvinas sí”, expresaba.
Cada ex combatiente debe interpelar nuestros sentidos por la patria, nuestro hacer por el otro. La historia debe servirnos para aprender de ella y no cometer ciertos errores del pasado. Es por eso que, cuando Nicoló llama a despertar ciertos valores como ciudadanos, de movida y como mínimo debe llamarnos a la reflexión. En tiempos donde la patria nos necesita primordialmente para ganarle la batalla virus, debemos asumir la responsabilidad.
Nicoló nos llama a: tener valor para “comprender que el mundo, como Argentina, está en guerra, en este caso, contra un virus que muchas veces se presenta como letal”; asimismo, recurrir a la serenidad para tranquilizar el miedo, no entrar en pánico, y no cometer errores; no menos importante, disciplina para obedecer a nuestro jefe, nuestro líder, quien tiene la responsabilidad mayor para conducir esta batalla: “Esa persona es el Presidente de la Nación y tomó la decisión de dictar la cuarentena”
“Creemos que el mejor homenaje que le podemos hacer a los mártires que han quedado es desde la intimidad del hogar junto a la familia, cuidándonos entre todos, teniendo en cuenta al otro sin egoísmos ni mezquindades, como lo hicimos nosotros en Malvinas”, expresaron desde el Centro de Veteranos en entrevista con Filo.News.
En tiempos de permanentes bombardeos informativos –o desinformativos- en los medios de comunicación, puede ser cada día más difícil mantener la serenidad y disciplina. Pero si hacemos valer el esfuerzo de cada uno de los argentinos, la iniciativa de un líder de rápidas decisiones ante un gran frente de ataque, y reivindicamos a nuestros soldados del personal de salud y fuerzas de seguridad, esta lucha contra el enemigo invisible puede ser victoriosa. Y nuestros veteranos se sentirán orgullosos de ello.