Pasaron casi cuatro meses desde que el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció el fin de la entrega del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Y aunque algunos funcionarios del Gobierno insisten con que esa iniciativa podría reflotarse en caso de que la emergencia sanitaria profundice la crisis, el retorno del bono de $10.000 parece poco probable debido a su alto costo fiscal.
Mientras esto ocurre por estas tierras, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, optó por tomar el camino inverso y decidió avanzar -como ya ocurrió en 2020- en el pago de un nuevo monto de asistencia por la pandemia.
En otras palabras, habilitó el pago de un nuevo “IFE”, pero en versión brasileña.
El por qué de la medida
En momentos en que distintas regiones padecen un aumento exponencial de los casos de Covid-19, enfermedad que en ese país ya se cobró 255 mil muertes y acumula 10,5 millones de contagios, el Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass) alertó que Brasil se enfrenta al «peor momento de la crisis sanitaria».
Estados como Río Grande do Sul, por ejemplo, fronterizo con Argentina, se encuentran actualmente bajo “bandera negra”, categoría que se utiliza para graficar un altísimo riesgo de contagio y una baja capacidad de respuesta por parte del sistema de salud.
Esta situación llevó a gobernadores e intendentes de distintas partes de Brasil a decretar una suerte de “lockdown”, donde solo están permitidas algunas actividades puntuales.
De cuánto será el «IFE brasileño»
Frente a este escenario, y luego de una reunión de la que participaron el ministro de Economía, Paulo Guedes; y los presidentes del Senado, Rodrigo Pacheco; y de Diputados, Arthur Lira, Bolsonaro admitió que «está casi todo bien» para que su administración desembolse un nuevo bono.
En este caso, la ayuda sería de 250 reales mensuales (unos 45 dólares) durante cuatro meses a partir del mes de marzo.
En paralelo a esta decisión, el mandatario debió escuchar la exigencia de los integrantes del Conass, quienes reclamaron un endurecimiento de las restricciones, un toque de queda nacional desde las 20 a las 6, suspensión de las clases presenciales y confinamiento para aquellas áreas donde la ocupación de las camas de los hospitales sea mayor al 85%. Bolsonaro, no obstante, prefiere no ceder en ese campo, bajo el argumento de que medidas más restrictivas afectarán aún más la actividad económica.
Cuánto le costó el IFE al Estado argentino
Según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) publicado en octubre del año pasado, cuando la Casa Rosada ya había desembolsado tres ediciones del IFE, el total de lo ejecutado por el Tesoro en materia social ascendía a $941.328. De ese monto, alrededor de $270.000 millones correspondieron al bono de emergencia.
“Los $90.000 millones que se invirtieron por cada IFE es mucho dinero. Para tener una idea, la base de emisión del Banco Central en lo que va del año es de 1,7 billones de pesos. Es decir que lo que se destinó para su pago es casi igual al 5% de esa emisión”, ejemplificó entonces el analista económico y consultor Damián Di Pace.
Di Pace, a su vez, se encargó de resaltar otra de las consecuencias que significó el pago del bono: la emisión. “Lo del IFE fue emisión pura, fogoneó la inflación”, afirmó.
Casi como siguiendo esa línea de pensamiento, aunque con nula diplomacia, Bolsonaro advirtió que está dispuesto a otorgar un nuevo auxilio, pero de un modo limitado. «Algunos se quejan de que es muy poco, ¿pero alguien sabe cuánto cuesta? El nombre es ayuda, no jubilación», afirmo el presidente brasileño, consciente de que su IFE aumentará el déficit fiscal de Brasil y la deuda, que ya en enero era del 89,7% del PBI.