Aunque históricamente ocupa uno de los primeros puestos entre las frutas más caras, el precio que la palta ostenta actualmente en la Argentina le da la razón a aquellos que la consideran como “oro verde”.
Con valores que ubican el kilo entre los $570 y $600 dependiendo de la región del país, esta baya que suele ser recomendada por sus múltiples propiedades se tornó casi inalcanzable. La pregunta, entonces, surge naturalmente: ¿qué es lo que hace que tengamos que pagar tanto por ella?
Importada y algo más
La respuesta más a mano es que al tratarse de un producto importado su valor está atado a la cotización del dólar. Sin embargo, como la divisa se mantiene en niveles altos, pero relativamente estables desde hace semanas, ese argumento no termina de responder el interrogante.
En cambio, la opinión de Omar Carrasco, presidente de la sede Mendoza de la Unión Frutihortícola Argentina, parece dilucidar la cuestión por completo. «Actualmente, la palta tiene un precio elevado debido a que se trata de un producto que casi en su totalidad se importa desde Chile, y este país está actualmente abasteciendo otros mercados y aumentado su exportación al mundo, por lo que se han quedado con pocos volúmenes para el consumo propio o la exportación a países limítrofes», afirmó el directivo en declaraciones a Diario Uno.
«Es algo natural: en invierno lo caro será el tomate, y lo barato es la palta. Son cuestiones estacionales», agregó Carrasco al momento de analizar el tema.
Más razones del otro lado de la Cordillera
Si bien el titular del organismo frutihortícola argentino explicó en detalle el motivo por el que la palta se encareció tanto, las dificultades que atraviesan los productores de palta en Chile, donde también se quejan por un valor similar al que se paga en Argentina, se convierten en un elemento tal vez más importante para entender el aumento.
Carmen Gloria Lüttges, gerente de unidad de paltas de la exportadora de frutas Agricom, aseguró en declaraciones a la prensa chilena que una de las principales razones del salto en la cotización de esta fruta es la fuerte caída en la producción, originada por la sequía que afecta a ese país.
“A la sequía que viene afectando la producción hace una década, hay árboles cortados hasta su base, a lo que se suma que la cuaja (el modo en que se forma el fruto) estuvo muy mala el año pasado por las temperaturas” agregó.
De acuerdo con cifras de la Asociación de Exportadores de Chile, ya se vendieron al exterior 67 millones de kilos de palta y se estima que la temporada terminará en 70 millones. Estos números contrastan notablemente con las cosechas anteriores y exhiben claramente la abrupta caída: mientras entre 2019/20 se exportaron 135 millones de kilos, en 2018/19 fueron 144 millones; y en 2017/18, 157 millones.
El empuje del Viejo Continente
A los problemas de Chile para producir se le suma un elemento más: la alta demanda que llega de Europa. Si bien en la Unión Europea ya exploran otros países como fuentes para hacerse del fruto, la caída del mercado chileno incide notablemente.
Al respecto, una especialista del mercado dibujó con precisión el escenario: “El volumen de Chile no eran tan bajo desde la temporada 2014/15. Por el momento, las cifras de exportación de ese país bajaron un 40% en volúmenes y los próximos meses seguirán siendo bajos. Chile está representando ahora solo el 13% de la oferta global, cuando normalmente representaría alrededor del 50%”.