Mientras leo las noticias de la catástrofe de Bahía Blanca, más me enoja ver como algunos
funcionarios nacionales y provinciales se lavan las manos, con sus malditas manos embarradas
por el lodo que ellos mismos generaron con sus inacciones.
Dicen 16 muertos… un panadero y un carpintero dieron testimonio en una radio indicando que ellos mismos, que auxiliaban con sus motos de agua a las personas, vieron muchos más cadáveres flotando que los que reconocen hasta ahora los medios del gobierno.
Nada sorprende… aún no se sabe cuántas personas verdaderamente fallecieron en la inundación de la Plata, Capital de la Provincia; que podemos esperar de una ciudad del interior.
Un trabajo de una investigadora del CONICET, en un trabajo publicado hace solo 2 meses, anunciaba lo que podía pasar. Anecdóticamente su casa y la de su coautora están bajo el agua.
Indudablemente pareciera que los investigadores “no sirven para este país”… entonces no se justifica invertir en ciencias; claro no sirven porque quienes tienen que escucharlos, los que toman decisiones, no lo hacen.
Y así nos va… solo se trata de llegar lo mejor posible a las elecciones próxima…
Leo que la ex presidenta (CFK) le achaca al actual presidente no tener flexibilidad emocional
para ver la situación de Bahía Blanca. Como si ella hubiese estado siempre presente en distintas situaciones críticas de nuestra sociedad, como si fuese la abanderada de la solidaridad.
¿A quién echarle las culpas?. Es verdad que existe un cambio climático, hecho ineludible.
También es verdad que existen otros cambios en la naturaleza, como el agua que bebemos,
que en no muchos años necesitará ser tratada antes de su ingesta.
Investigadores del CONICET nos advierten que el acuífero Puelches tiene contaminaciones producidas por filtración vertical descendente de las aguas de los acuíferos Freático y Pampeano. Estos dos últimos, sobreexplotados y con contaminación proveniente de los agroquímicos utilizados y que drenan hacia lo profundo, hacia el Puelches.
Todos los cambios producidos por el descuido que hemos hecho de la naturaleza tendrán
consecuencias; algunas podrán sobrellevarse con una buena planificación, y otras, por desidia
de quienes no planifican seguirán matando gente.
Ciertos partidos políticos acusan la falta de obras culpando siempre al gobierno opositor … En
cuarenta años de Democracia, que en la provincia fue gestionada por más de 30 año por un
mismo partido ¿es válido rasgarse la vestidura?. Vergüenza debieran sentir.
O será acaso… que el pueblo está convencido que los vendedores de humo son necesarios,
todavía, porque “ellos” son los garantes para el mantenimiento de la democracia…. ¡los demás
son los malos!. ¡ Que pobreza argumentativa!.
La democracia, con todas sus fallas, está madura como para que deje de utilizarse como
justificativo electoral… Es hora de terminar con la sanata.
Pero.. parece que este género humorístico argentino (la sanata) es muy apreciado, y sino
fíjense si no es para reírse… un señor dependiente de la cámara de diputados de nuestra
provincia, de fuertes vínculos con legisladores conocidos y de nombre casi cómico,
“Chocolate”, utilizaba un montón de tarjetas de débito con fines “non sanctos” vinculados a la
recaudación de dinero para hacer política. Hecho que aún investiga la justicia, y vaya a saber
por cuánto tiempo más. Y que dijo la Cámara de nuestros representantes “No hubo
irregularidades”.
Realmente pareciera que nos quieren tomar a todos por tontos.
Mientras tanto, cualquiera de nuestras ciudades puede ser víctima de 300 milímetros en una
noche…
Tengámoslo presente y evitemos un “número desconocido” de muertes.
Por: Luis Darío Nagore
