El propósito de esta nota es reflexionar, a partir de un acontecimiento deportivo relevante e histórico para Saladillo, acerca de un valor social que –estoy convencido- puede mejorar la calidad de vida de cada uno de los habitantes de nuestra ciudad, provincia y país. El valor social que quiero rescatar es la planificación. Empecemos por el principio, ¿a qué me refiero con la idea de planificar? Personalmente considero que es la práctica de un individuo o de un grupo de ponerse metas a largo plazo, construir hacia el futuro, con la mirada puesta en las próximas generaciones. Con el objetivo no solo de querer anticiparse a los problemas que nos puedan llegar a aparecer en unos años, sino para comenzar a darles soluciones de fondo a los que actualmente tenemos (recurrentes crisis económicas, inflación, niveles de pobreza altos, sistemas de salud y educación con deficiencias, etc.).
El acontecimiento deportivo al que me referiré es la presencia del saladillense Marcos Delía en la Liga Nacional de básquet (LNB), la principal categoría de este deporte en nuestro país. Para dimensionar la relevancia de este hecho es útil tener en cuenta ciertos elementos. La Liga Nacional de básquet fue fundada en 1985, y debido a su organización, fue considerada la “NBA de Latinoamérica” (haciendo referencia a la competencia deportiva y basquetbolística de mayor nivel en el mundo). Por otro lado, es considerada uno de los principales factores por los cuales la selección Argentina ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Además, este torneo dio a Manu Ginóbili, uno de los mejores deportistas de nuestra historia y campeón de la NBA en cuatro oportunidades. Luis Scola, Fabricio Oberto, Walter Hermann, Carlos Delfino son producto de la Liga y compitieron en el máximo nivel de la galaxia basquetbolística.
Marcos tiene 23 años y mide 2,09mts. Actualmente juega en el Club Obras Sanitarias, una de las instituciones más importantes de la LNB y de la historia del básquet argentino. Ha participado en selecciones juveniles y en la selección mayor, disputando torneos como Sudamericanos, un FIBA Américas clasificatorio para el Mundial de básquet de España 2014, ese mismo Mundial y, recientemente, el FIBA Américas clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016, logrando la medalla de plata y el pasaje a los juegos.
Más que hablar de Marcos quisiera reflexionar acerca del club de donde surgió, del entramado de hechos que se fueron encadenando para que surgiera un jugador de básquet profesional. Reitero, el objetivo del relato de esta historia es destacar un valor social que considero fundamental para el progreso de una sociedad: la planificación.
Me remonto a casi 20 años atrás. En una cena de la entonces Asociación de Básquet Saladillo, hacia fines de 1997, en el Club Jacobo Urso, cuando el piso era todavía de mosaicos (si no recuerdo mal, de color verde sobre la cancha y rojos alrededor de ella) se pidió la contribución de los presentes para la construcción del piso de parquet. Se le pedía a cada aportante que “pague” 1 m2. Distintas personas y familiares de los chicos que practicaban básquet colaboraban para la construcción de 1m2. De esta manera, con la sumatoria de aportes indiviudales, se pudo construir el piso de madera, fundamental para jugar. En los discursos de esa misma noche, también, se hablaba de que el básquet en Saladillo tenía un proyecto a largo plazo. A 10 años se decía. Una eternidad pensar en el año 2007 esa noche de 1997. Estoy seguro que nadie de los allí presentes podía imaginar, o soñó por un instante, que en menos de 20 años de ese club iba a surgir un jugador de 2,09 mts. para la Selección Argentina de básquet. Este acontecimiento, simple, pero a la vez trascendente, me sugiere pensar en el valor de la planificación y de las metas a largo plazo. Y me anima el hecho de que los logros a alcanzar superarán ampliamente nuestras expectativas, como en el caso del Club Ciudad de Saladillo y Marcos Delía.
Planificación
Esta idea de planificación supuso tres elementos o practicas concretas que sostengo que llevaron al desarrollo del básquet en Saladillo. Estos son un capital humano competente, formado, con vocación, la competencia deportiva y el apoyo de recursos económicos. Con lo primero me refiero a la contratación de un entrenador foráneo con el conocimiento y las habilidades necesarias para la enseñanza de este deporte. La competencia se dio a partir del ingreso de Saladillo en la Asociación Chivilcoyana de Básquet (ABCh), con tradición y trayectoria en este deporte. En el plano teórico podríamos decir que en este caso se llevó adelante una “integración regional”, con Chivilcoy y con ciudades como 25 de Mayo, Bragado, Mercedes y 9 de Julio, participantes también de esa competencia. La otra pata de este proyecto fue el importante apoyo económico brindado tanto por la Municipalidad de Saladillo como por empresas prósperas de la ciudad.
¿Qué tiene que ver la planificación con el desempeño deportivo de Marcos Delía?
El trabajo colectivo y a largo plazo potenció las condiciones individuales de un vecino nuestro, que en otro momento, en otra situación, no hubieran encontrado estructura para desarrollarse.
Quiero trasladar esto a nuestra vida como sociedad. Nos acucian problemas y desafíos enormes, estructurales. Problemas que nos afectan constantemente en nuestra vida cotidiana, en nuestras rutinas, para trabajar, educarnos, curarnos y vivir con cierto bienestar. ¿Qué podemos alcanzar planificando? ¿Cómo llegaremos a vivir si nos animamos a planificar? ¿Qué pasaría si los que conducen nuestra sociedad, los políticos, y también a todo nivel, a demás de lo coyuntural, se ocuparan de los desafíos de acá a 20 años? Las respuestas no las tengo. Lo que sí puedo decir es que la historia relatada nos demuestra, al menos a mí, que planificando, nos podemos sorprender incluso a nosotros mismos.
Esteban Burghi
Sociólogo. Ex jugador del Club Ciudad de Saladillo