“Con la partida de “Ñata” Vázquez se va un pedazo grande de la historia del radicalismo de Saladillo, fueron más de 70 años de militancia al servicio de causas nobles. Ñata está en la categoría de esas personas que son imprescindibles”. Carlos Antonio Gorosito.
“Le dijo Don Felipe Vázquez hace muchísimos años a su hija Odelsia Noemí “ Ñata” Vázquez al momento que ella se afiliaba a la UCR “Vos no tenés idea de lo que es la política”. “Ñata” le contestó entonces a su padre “Pero si tengo idea de los sentimientos que tengo”. La “Ñata” nació el 30 de marzo de 1930, ella repetía siempre “Nací cuando derrocaron a Yrigoyen y cuando metieron preso a mi padre”. Eran tiempos duros donde se perseguían a los opositores políticos y don Felipe su padre había sufrido en carne propia la persecución política, por eso la advertencia a su hija. Pero “Ñata” tenía sentimientos que la identificaban con los ideales de Alem, Yrigoyen , de Larralde, de Sabatini…. Es decir, estar junto al pueblo y sus necesidades. La justicia Social fue un norte permanente en la vida de nuestra querida correligionaria. Ñata estaba en esa categoría de personas que concebía a la política como un servicio a la comunidad, a ella solo le interesaba hacer el bien a los demás. Sirvió a la comunidad desde la política y como una activa trabajadora de la salud tanto desde el Hospital Dr. Posadas cómo desde la Clínica Saladillo. Pertenece a esa categoría de mujeres luchadoras que nunca bajan los brazos, ni aun en las peores adversidades. Perteneció a esa generación de mujeres que pudieron votar por primera vez en la Argentina luego de varios años de lucha por conseguir el derecho sagrado de votar. En las elecciones del 11 de noviembre de 1951 con 21 años de edad pudo votar por primera vez. Participó activamente en las campañas a Intendente del Dr. Hilario Armendáriz, del Dr. Alejandro “Titán” Armendáriz, Valerio De Iraola, Rodolfo Pérez y ya en 1983 con el advenimiento de la Democracia trabajó activamente para consagrar a Francisco Ferro como Intendente Municipal, al Dr. Alejandro Armendáriz como Gobernador de Buenos Aires y al Dr. Raúl Alfonsín como Presidente de Nación. Ella, que nunca ocupó un cargo electivo, aunque muchas veces fue miembro del Comité de distrito, disfrutaba del honor de haber sido electora del Presidente Alfonsín en el Colegio Electoral de la Nación. Luego trajo intensamente para que yo fuera Intendente Municipal y posteriormente lo hizo por el actual Intendente José Luis Salomón. Mujer de firmes convicciones y de gran lealtad al partido, nunca se fue del radicalismo. En las elecciones internas apoyaba a los candidatos de su preferencia pero luego independientemente del resultado estaba al servicio de los candidatos ganadores. Durante las seis elecciones en que fui el candidato del partido allí estuvo ella apoyándome. Lo hacía desde la militancia y desde el afecto. Recuerdo que los domingos, día de elecciones en las que yo era candidato, me preparaba pastas que comíamos en el Comité, era como una cábala más. Su vivienda personal fue siempre un especie de sub-comité allí se realizaron importantes reuniones donde muchas veces se definieron candidaturas del partido. Tenía una personalidad que la convertía en líder de los grupos donde actuaba ya sea en el ámbito de la política como en el ámbito laboral. Conocía la realidad de Saladillo y también tenía una conocimiento acabado de las necesidades de la gente en los horarios más insólitos por ejemplo pleno verano a partir de las 14 hs acompañaba al Dr. Alejandro “Titán” Armendáriz a recorrer a los afiliados y a los vecinos. Durante los 24 años consecutivos en los que fui Intendente Municipal me acerco las inquietudes que recogía de mis convecinos, era una verdadera militante, una militante sin descanso, un “cable a tierra” con la sociedad. Se relacionaba con todos y de distintas ideologías políticas. Un día me llevó a visitar a su amiga Irma Álvarez, una reconocida militante peronista, también trabajadora de la salud en el Hospital Dr. Posadas, donde hicimos un repaso de la vida de los dos partidos políticos en nuestra ciudad. Una vez que se jubilaron con Irma Álvarez, toda vez que cobraban la jubilación salían a tomar y comer algo en algún bar de la ciudad. Hizo un culto de la amistad. Aguerrida en la lucha política estuvo entre quienes hace 79 años atrás resistieron en mayo de 1955 la intervención del Municipio por parte del peronismo gobernaba por entonces el Intendente radical Dr. Hilario Armendáriz. Pero en 1989 fui junto con ella a la casa peronista que estaba en Roca y Mitre a saludarlos porque el Dr. Carlós Menem había sido electo Presidente de la Nación. El 28 de mayo el Supremo Hacedor la llamó a su lado, profunda tristeza nos causó a sus correligionarios su partida física de este mundo. Quienes la hemos conocido debemos transmitir su vocación militante a las futuras generaciones, su compromiso irrenunciable con el radicalismo. Al irse Ñata se va un pedazo de historia de la UCR, se van más de 70 años de militancia ininterrumpida y comprometida. Ñata era tan radical que el único pedido que nos hizo siempre fue este: “El día que yo muera quiero que me pasen 5 minutos por el Comité”. Rabindranath Tagore dijo: “Dormía y soñaba que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, serví y vi que el servicio era alegría”. Ñata siempre vivió con alegría porque desde que despertó a la vida cívica siempre se dedicó a servir, concibió a la vida y a la política como una actitud de servicio a sus semejantes. Sus correligionarios estamos agradecidos por su lucha y siempre recordaremos su testimonio militante. Bertolt Brecht decía: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.” Ñata está sin duda en la categoría de esas personas que son imprescindibles. Hoy la pasamos por el Comité como ella quería y allí le rendimos homenaje. La vamos a extrañar.”
Carlos Antonio Gorosito, Ex – Intendente Municipal (1991-2015), Saladillo 29 de Mayo de 2024.