Por.: Carlos Antonio Gorosito
«A ningún niño/a deberá faltarle comida, vestimenta, la protección de su salud, el acceso a la educación, a un hábitat digno, a la recreación y a los juegos, debemos tener muy en claro también de que los niños y las niñas nunca deberán trabajar. Debemos, además, evitar el tráfico de niños. Ya que los niños son el futuro, debemos ocuparnos sin dilaciones de su presente.». Carlos Antonio Gorosito.
«Hay una frase atribuida a Albert Einstein que dice: «La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices». En el Día de las Infancias nuestro compromiso como sociedad debe ser que nuestros niños y niñas sean felices. Debe ser una política de Estado: LA FELICIDAD de nuestros niños y niñas; los niños de hoy son los que harán un país un mejor o peor. Partiendo de la premisa de que todos queremos un mundo mejor y un país mejor y que los seres humanos sean felices, no debemos desentendernos entonces de las infancias. Tenemos que avanzar rápidamente hacia una niñez sin necesidades, que los niños y niñas tengan necesidad de afectos, que no tengan necesidad de alimentos, de vestimentas, de medicamentos, de educación, que no le falten juegos y entretenimientos. Los niños son nuestros hijos, los hijos de nuestros amigos, los hijos de nuestros vecinos, lo son también nuestros nietos y bisnietos. Nosotros todos hemos sido niños y nos sentíamos felices con muy poca cosa, en mi caso jugando con una pelota de trapo, con una muñeca(mis hermanas), con juguetes caseros, con las figurita, a la mancha, a la rayuela, a la payana etc, etc. Había mil formas de divertirnos. Los niños se divierten hoy bajo diversos formatos, con los juegos de estos tiempos y también con cosas muy simples. Qué lindo es ver a los niños felices. Y así debería ocurrir en todos los países y en nuestro país, en nuestra ciudad los niños se divierten con cosas simples. Hoy quiero desearles toda la felicidad del mundo a los niños de mi pueblo y de mi país. Cuando yo era niño me sentía feliz cuando podía compartir juegos con los demás pibes del barrio, aunque no tuviera la oportunidad de tener muchos juguetes, me faltaron los juguetes pero tuve momentos felices a través de juegos simples y sencillos. Hoy ya adulto (un adulto mayor de 69 años) pienso que todos tenemos la obligación moral de trabajar diariamente por la felicidad de nuestros niños y niñas que serán el futuro del país. El bienestar de nuestros niños y adolescentes vuelvo a insistir debe ser un tema prioritario en la agenda pública de nuestro país. A ningún niño/a deberá faltarle comida, vestimenta, protección de su salud, acceso a la educación, a un hábitat digno, a la recreación y los juegos, debemos tener muy en claro también de que los niños y las niñas nunca deberán trabajar. Ya que los niños son el futuro debemos ocuparnos sin dilaciones de su presente. El costo de nuestra pasividad e indiferencia, será enorme no solo para el presente de nuestros niños, niñas y adolescentes sino para el futuro de la sociedad. Ha llegado el tiempo de dejar de perder el tiempo. Los niños/as son la mayor riqueza y esperanza del país y del mundo y hoy debemos sellar un compromiso para que existan ningún tipo de vulnerabilidades en las infancias de nuestra Patria.».