El pivote de Saladillo no le escapa a la autocrítica tras las tres derrotas en amistosos, pero deja claro que el foco no está en los resultados. “No estoy preocupado, yo tengo fe que nos pondremos bien para el debut”.
Los amistosos de la selección argentina de Básquet dejaron claro que al equipo le falta bastante para poder competir por algo importante en los Juegos Olímpicos pero, por el otro, esto mismo sucedió en la previa del Mundial 2019 y en el pasado con otras selecciones argentinas, en especial con la Generación Dorada, y la situación cambió cuando comenzaron los partidos oficiales. Es como que, en esta parte de la preparación, a nuestras selecciones les cuesta competir, sobre todo por un tema de momentos, de que los equipos se construyen de a poco, de menos a más y, puntualmente, en este caso la previa ha sido más corta que en otros torneos. Van 18 días de entrenamientos y quedan 112 hasta del debut del 26. No mucho, pero falta y en el seno de la delegación hay confianza en llegar bien. Eso es lo que se desprende del análisis que Marcos Delía hizo para Prensa CAB en el día libre que tuvo el plantel. “Está en evidencia que tenemos que mejorar para al torneo. Nos duele perder así, pero en este momento no nos enfocarnos en los resultados, sino en aprovechar estos días que quedan para mejorar el volumen de juego del equipo. No estoy preocupado, tengo fe”, opina el pivote de Saladillo.
-Por un lado, está el nivel en los amistosos y, por otro, que esto ya les pasó antes y pudieron cambiar el chip y mejorar el juego cuando comenzó el torneo.
-Sí, sabemos que en los torneos nos potenciamos y jugamos mejor. Pero también que hoy tenemos mucho por mejorar y trabajar en estos días. Pero no nos volvemos locos, porque sabemos que cuando comienza la competencia nosotros nos apoyamos en otras herramientas, como el scouting y la estrategia, que hoy en los amistosos no tenemos tanto. Esto es parte de un proceso y en estos partidos nos enfocamos más en lo nuestro, apenas vemos detalles del rival. Pero, cuando comienza lo oficial, esas cosas, como conocer más al rival, nos dan otra confianza y pueden marcar la diferencia.
-Justamente Sergio (Hernández) decía en conferencia de prensa que Argentina no es un equipo tan fuerte, atlético, que necesita de la adrenalina, de la táctica, para potenciarse.
-Es así. Nosotros tenemos claro que estamos en un proceso de construcción y que hoy lo importante es ir probando, en partidos, lo que ensayamos. El foco no está puesto en ganar. Sin dejar de decir que tenemos muchas cosas que mejorar.
-¿Cómo cuáles?
-El volumen de juego, por caso. Contra equipos atléticos como Nigeria y USA nos faltó, fuimos predecibles y eso es lo que debemos evitar. Hicimos algunas cosas bien, tuvimos intensidad y fuimos agresivos en los primeros segundos de posesión, como nos pide Oveja. Pero debemos entender cuándo sí y cuándo no. Llegar rápido al ataque pero no apurados. Si vemos que, en esos primeros segundos, no hay nada, está la ofensiva trabada, poder seguir jugando con fluidez, sin errores. Son cosas que pienso vamos a ir agarrando con el correr de los días.
-¿Te deja tranquilo que esto ya pasó antes, estar mal y luego mejorar, incluso con otros seleccionados argentinos?
-Tranquilo no sería la palabra. Está claro que es una tendencia argentina, no es un caso aislado, pero igual duele y molesta. Pero nos mantiene alerta. Hoy estamos en un 50% de lo que podemos dar.
-¿Sirve de algo?
-Un poco es un cachetazo que nos puede hacer despertar. Debemos ponernos el overol y laburar, como hicimos siempre. No podemos confiarnos aunque seamos los últimos finalistas del mundo. Tenemos claro que si no estamos al 100%, no vamos a competir en Tokio. Por delante hay un torneo más difícil y compacto que el Mundial. Debemos ser mejores, sumar cosas para sorprender. En eso estamos.
-¿Entonces qué te deja un poco más tranquilo?
-Que somos un equipo joven pero, a la vez, con experiencia, que llevamos años juntos y tenemos dos líderes anímicos, como Sergio y Luis (Scola), que marcan el camino.
-Por último, ¿cómo estás vos, con qué sensaciones personales?
-Bien, tengo buenas sensaciones. Me siento regular, tal vez con algo de falta de ritmo de partido, algo lógico, pero que iré tomando con el correr de los entrenamientos que quedan en estos 12 días hasta el debut. También tengo claro que, como jugador de equipo que soy, necesito del rendimiento colectivo para potenciarme.
-Ese es el tema. En Argentina, a diferencia de otros equipos, es difícil que uno sobresalga en las derrotas. Pasó en estos partidos. En cambio, cuando funciona el equipo, todos se potencian. Imagino que lo necesitan como el agua.
-Exacto. A mí y a todos nos pasa eso. Tenemos claro que el equipo viene primero, porque todos necesitamos de lo colectivo para sacar nuestra mejor versión, para potenciarnos. En recuperar esto estaremos concentrados en estos días que quedan.