«Yo vivía en una casita prefabricada con piso de tierra, mi vieja se las rebuscaba para que no faltara comida, de noche tomábamos mate cocido y mi viejo era sastre. Hicieron todo porque sea feliz. Nunca me faltó una pelota, con eso era feliz. Me encanta este desafío y me siento espectacular. Si te viene todo fácil, es todo más fácil. A mí me gustan las difíciles, como cuando fui jugador. Vamos a potenciar este grupo. No sé si vamos a salir campeones, pero vamos a dar todo por esta camiseta».
«Tendré que estar a la altura. No soy Bielsa, no soy Mourinho pero creo que trabajamos bien. Si nos va bárbaro, van a decir: ‘¡Mirá al Vasco, era bueno!’; si me va mal, van a decir: ‘Es un desastre’. Eso lo tengo claro y son las reglas del fútbol en Argentina. Estoy dispuesto a todo».
«Vengo de la camada del 86. Los grupos son manejables. Si les hablás de frente, te entienden. Yo soy creíble y con eso estás ganando con el grupo. Vamos a enfocarnos a partir del lunes en el torneo, que es muy importante y es una experiencia increíble para los jugadores. Me da mucha pena que muchos se la pierdan. Tendrían que prestar a los muchachos, pero tenemos alternativas. Hay plan B y plan C. No va a haber excusas de nada. Vamos a ir al frente y dejar todo en cada día, en cada entrenamiento y en cada partido. Ojalá podamos volver con algo importante», se explayó el oriundo de Saladillo.
«Si tengo que ir con 13 jugadores, iremos a poner el pecho. Uno dirige como juega. Me gusta atacar, pero primero defiendo. Le voy a pedir a los defensores que pasen al ataque pero también a los delanteros que se sacrifiquen a la hora de defender. Tengo muchísima fe y confianza en el grupo, se va a potenciar. Estoy conforme».
“Cuando me avisaron que iba a ser el técnico de la selección estaba comprando lechuga en una verdulería para un asado que tenia a la noche con amigos”